ENSAYO ERÓTICO-5
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ENSAYO ERÓTICO-5
ENSAYO ERÓTICO 5-
Karem Gonzales, descendió de aquel avión después de un viaje de las canarias a Madrid, aun llevaba bajo su brazo su inseparable diario en el cual narraba todas sus fantasías eróticas, y en aquel viaje no fue la excepción, en el trayecto del vuelo, había escrito de ellas, sus piernas aun temblaban sintiendo a un sus pantaletas húmedas, pues, mientras escribía en su diario su mente se compenetro tanto con aquellas imágenes creadas que sin proponérselo, varios orgasmos la acometieron sin necesidad de tener que tocarse íntimamente.
Llego a recoger su maleta, y mientras lo hacía, el joven guarda de inspecciones no pudo contener un halago en susurro a lo que ella correspondió con una sonrisa coqueta a la vez que se cantoneaba de manera sensual, el guarda en sí, se quedó admirando las bien torneadas nalgas que eran cubiertas por un diminuto short .
Los dos meses que paso de vacaciones bajo el sol y el mar, habían dado una tonalidad perfecta a su piel, haciendo que los hombres voltearan a verle ya por su color canela, ya por el diminuto tops que cubrían difícilmente sus pechos que amenazaban con salir fuera de el, entre aquella lucha por sostenerse dentro, sus pezones resaltaban de manera agradable para los que volteaban a verle.
Su celular la regreso a la realidad y una sonrisa se dibujó en sus labios al ver que se trataba de Juan que le invitaba a pasar por su departamento en cuanto llegase, Juan la excitaba de sobre manera, sus ojos negros, sus manos grandes que tantas veces la habían recorrido explorándola por completo.
Aún estaba nítida en su memoria su último encuentro antes de irse de vacaciones, las manos de Juan se perdían entre sus cabellos bajando lentamente por su espalda mientras ella se acomodaba sobre el mueble del tocador, los labios de el estaban en su cuello a la par que sus manos sostenían firmemente sus pechos, sus dedos hacían fricción sobre sus erectos pezones, su imaginación corrió a la sexualidad de el y casi podía sentirla resbalar por entre su vagina al tiempo que un leve temblor recorrió su cuerpo.
El deseo de estar entre aquellos brazos la volvió de nuevo a la realidad a la vez que sus pasos la dirigían rumbo a lugar que había dejado su auto estacionado, cuando llego a él, se sentó justo al volante mientras su mirada se perdía en la lejanía evocando el cuerpo de Juan en su mente, le pareció sentir su respiración en sus oídos mientras le musitaba palabras obscenas que hacían que un calor sin medida le subiera por toda la piel, tan ensimismada estaba en sus pensamientos que sin pensarlo, sus manos recorrían sus pechos excitándola fuertemente, cerro sus ojos y con placer, saco sus pechos a la vez que tomaba sus pezones con la punta de sus dedos apretándolos con avidez, mientras traía a su mente el momento en que sentada en el mueble del tocador, Juan abría sus piernas a la par que se hincaba delante de ella pasándole su lengua rasposa por entre sus rizos en búsqueda de su clítoris, finalmente tomo una de sus piernas y la coloco sobre sus hombros logrando así que su lengua encontrara el camino a su vagina, el solo recordarlo le producía una embriagues total y un deseo por llegar al orgasmo, sin pensarlo, bajo el cierre de su short introduciendo sus dedos en su vagina manipulando su clítoris con tanta violencia y rapidez que llego a un orgasmo inmediato, pero no se detuvo un solo instante, prosiguió incrustando su dedos y frotando sus pechos hasta llegar a un segundo orgasmos sin ninguna dificultad.
Su respiración se encontraba agitada y el sudor perlaba su frente, aflojo su cuerpo de aquella tensión placentera, de pronto se sintió observada por alguien y grande fue su sorpresa que justo a un lado de ella, sentado al volante de su auto, un joven de piel morena, ojos azules y de pelo ensortijado la veía esbozándole una sonrisa a la vez que le guiñaba un ojo, ella, ruborizada se apresuró a meter sus pechos en su top y subiendo el siper de su short se acomodó al volante encendiendo la marcha de su auto mientras que observaba como el auto del chico aquel, se perdía entre el estacionamiento, sonrío para sus adentros imaginándose lo que pudo haber despertado en el.
MOISÉS...SOLITARIO
Karem Gonzales, descendió de aquel avión después de un viaje de las canarias a Madrid, aun llevaba bajo su brazo su inseparable diario en el cual narraba todas sus fantasías eróticas, y en aquel viaje no fue la excepción, en el trayecto del vuelo, había escrito de ellas, sus piernas aun temblaban sintiendo a un sus pantaletas húmedas, pues, mientras escribía en su diario su mente se compenetro tanto con aquellas imágenes creadas que sin proponérselo, varios orgasmos la acometieron sin necesidad de tener que tocarse íntimamente.
Llego a recoger su maleta, y mientras lo hacía, el joven guarda de inspecciones no pudo contener un halago en susurro a lo que ella correspondió con una sonrisa coqueta a la vez que se cantoneaba de manera sensual, el guarda en sí, se quedó admirando las bien torneadas nalgas que eran cubiertas por un diminuto short .
Los dos meses que paso de vacaciones bajo el sol y el mar, habían dado una tonalidad perfecta a su piel, haciendo que los hombres voltearan a verle ya por su color canela, ya por el diminuto tops que cubrían difícilmente sus pechos que amenazaban con salir fuera de el, entre aquella lucha por sostenerse dentro, sus pezones resaltaban de manera agradable para los que volteaban a verle.
Su celular la regreso a la realidad y una sonrisa se dibujó en sus labios al ver que se trataba de Juan que le invitaba a pasar por su departamento en cuanto llegase, Juan la excitaba de sobre manera, sus ojos negros, sus manos grandes que tantas veces la habían recorrido explorándola por completo.
Aún estaba nítida en su memoria su último encuentro antes de irse de vacaciones, las manos de Juan se perdían entre sus cabellos bajando lentamente por su espalda mientras ella se acomodaba sobre el mueble del tocador, los labios de el estaban en su cuello a la par que sus manos sostenían firmemente sus pechos, sus dedos hacían fricción sobre sus erectos pezones, su imaginación corrió a la sexualidad de el y casi podía sentirla resbalar por entre su vagina al tiempo que un leve temblor recorrió su cuerpo.
El deseo de estar entre aquellos brazos la volvió de nuevo a la realidad a la vez que sus pasos la dirigían rumbo a lugar que había dejado su auto estacionado, cuando llego a él, se sentó justo al volante mientras su mirada se perdía en la lejanía evocando el cuerpo de Juan en su mente, le pareció sentir su respiración en sus oídos mientras le musitaba palabras obscenas que hacían que un calor sin medida le subiera por toda la piel, tan ensimismada estaba en sus pensamientos que sin pensarlo, sus manos recorrían sus pechos excitándola fuertemente, cerro sus ojos y con placer, saco sus pechos a la vez que tomaba sus pezones con la punta de sus dedos apretándolos con avidez, mientras traía a su mente el momento en que sentada en el mueble del tocador, Juan abría sus piernas a la par que se hincaba delante de ella pasándole su lengua rasposa por entre sus rizos en búsqueda de su clítoris, finalmente tomo una de sus piernas y la coloco sobre sus hombros logrando así que su lengua encontrara el camino a su vagina, el solo recordarlo le producía una embriagues total y un deseo por llegar al orgasmo, sin pensarlo, bajo el cierre de su short introduciendo sus dedos en su vagina manipulando su clítoris con tanta violencia y rapidez que llego a un orgasmo inmediato, pero no se detuvo un solo instante, prosiguió incrustando su dedos y frotando sus pechos hasta llegar a un segundo orgasmos sin ninguna dificultad.
Su respiración se encontraba agitada y el sudor perlaba su frente, aflojo su cuerpo de aquella tensión placentera, de pronto se sintió observada por alguien y grande fue su sorpresa que justo a un lado de ella, sentado al volante de su auto, un joven de piel morena, ojos azules y de pelo ensortijado la veía esbozándole una sonrisa a la vez que le guiñaba un ojo, ella, ruborizada se apresuró a meter sus pechos en su top y subiendo el siper de su short se acomodó al volante encendiendo la marcha de su auto mientras que observaba como el auto del chico aquel, se perdía entre el estacionamiento, sonrío para sus adentros imaginándose lo que pudo haber despertado en el.
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Armando Lopez- Moderador General
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maría verónica- Cantidad de envíos : 777
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sabra- Admin
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