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LA MUJER DE MI HERMANO-Capítulo I- Negación

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LA MUJER DE MI HERMANO-Capítulo I- Negación Empty LA MUJER DE MI HERMANO-Capítulo I- Negación

Mensaje por EURIDICE CANOVA Vie Dic 16, 2011 2:29 am

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LA MUJER DE MI HERMANO
Capítulo I- Negación


Siempre me gusto la mujer de mi hermano, pero nunca imagine lo obsesionado que estaba con ella.
No puedo creer que en este preciso instante la estemos enterrando.
Toda la familia está destrozada, llorando por su absurda muerte. Yo no puedo derramar ni una lágrima. No porque su muerte me sea indiferente. Es que mi psiquis se niega a procesar los hechos.
Siento que la mujer que está en ese ataúd para mi es una desconocida y el que este en este maldito cementerio es solo casualidad, causalidad o un accidente.
En realidad no puedo aceptar todo este circo de lágrimas, llanto. Hasta veo rostros de satisfacción disimulando su hipocresía.
Toda esta situación es una pesadilla y me gustaría como en las películas que alguien me despierte.Pero en alguna parte de mi mente sé que nadie me despertará.
Aún no he madurado lo suficiente para darme cuente que el paso del tiempo es inexorable.
No puedo creer que hayan transcurrido veinticinco años desde que vi a Eliana por primera vez en un prostíbulo.
En esa época me sentía feliz, con mi personalidad extrovertida y mi carácter alocado.
Con veintiocho años me sentía el rey del mundo e invulnerable a todo.
En mi casa era muy reservado con mis cosas. Nadie de mi familia tenía conocimiento de mi relación con ella, menos mis padres, tan estructurados, con sus normas sociales y sus valores anticuados de antaño.
Mis padres tenían sus convicciones religiosas muy arraigadas. Mi familia vivió siempre acatando las reglas y normas de la diócesis, donde la prostitución no tenía cabida en una sociedad honorable .Era considerada como la profesión más denigrante que una mujer pudiese ejercer.
Con semejante forma de pensar. ¿Qué les iba a explicar a ellos en ese momento? ¿Qué me había enamorado de una prostituta? ¿Qué ella era una buena mujer, pero que trabajaba en las noches sirviendo copas a los clientes de lujo en una casa elegante de citas? Era explicar lo inexplicable.
Mis padres no lo hubiesen entendido, ni mi familia ni mis amigos y mucho menos Mabel, mi novia desde siempre. Ella era profesora de catequesis en la iglesia parroquial del pueblo y soñaba que nos casaríamos en el mismo altar donde ambos tomamos la comunión y fuimos bautizados de niños.
En mi juventud pensaba que no existía otra realidad diferente a la que me hacía feliz en ese momento. Pero cuando conocí a Eliana, la mujer de mi hermano, mi vida cambio rotundamente. Fue como si me hubiesen despertado con un martillo.

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Mensaje por EURIDICE CANOVA Lun Mayo 13, 2013 12:19 am


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Juraría que toco el piano cuando escribo poesía
lo curioso es... que no sé tocar el piano.
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Mensaje por sabra Dom Oct 13, 2013 6:11 pm

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