LA MUJER DE MI HERMANO- Capitulo III. Mi peor noche.

por EURIDICE CANOVA Vie Dic 16, 2011 2:24 am

LA MUJER DE MI HERMANO- Capitulo III. Mi peor noche.

Cuando vi a Eliana por primera vez en el burdel, supe que sería mi perdición. Nunca creí en los amores a primera vista, hasta que ese día me enamoré.
Todos mis proyectos, como el de formar una familia numerosa se desvanecieron ante semejante belleza.
Ella era el tipo de mujer que todo hombre querría tener a cualquier precio. Sus ojos azules resaltaban sobre su tez blanca. Era terriblemente hermosa, su cuerpo escultural era lo más deseado. Su cabello pelirrojo, le daba un toque delicado, sensual y elegante. Su sonrisa era su mejor arma femenina. Cuando sonreía era cuando más facturaba, ni que decir si te susurraba al oído.

Ese día entre tanto revuelo de policías que habían irrumpido en el burdel, aproveché la redada para no pasar inadvertido ante ella. Al ver semejante belleza me abalance como un lobo hambriento para conquistarla. Cuando vi su mirada, el nerviosismo se apodero de mí y sin darme cuenta comencé a tartamudear. Ella se dio cuenta y puso un dedo sobre mis labios y me dijo.

-No digas nada, hace rato que noto que me observas. Desde ya te digo que no alterno con clientes que no son de la casa y menos que tengan carita de adolescente. ¿Es tu primera vez? No te decepciones, vete al otro salón. Allí hay chicas bonitas más acordes a tu edad.
- Es que…que... yo miraba… sin ver… en realidad bus…bus…caba…buscaba a mis…a…a amigos.-Le mentí tontamente.
- Si claro y yo buscaba al zar de Rusia. Sí quieres contratar un servicio económico te equivocaste de lugar. Ahora si prefieres un servicio de élite, espero que tu mamá te haya dado mucho dinero. Jajajajajaj, Trinidad te hará moler a palos si le haces perder su tiempo. Habla con ella es la dueña de este basural.
-Es que yo...yo no es lo que tú piensas.Dis…disculpa, solo me acerque por…por…por curiosidad. Te…te vi sola entre…tan… tantas corridas de clientes y policías ...has..has…hasta pensé que nece…nece…necesitabas mi ayuda.
-Jajajaja si claro te creo, me viste moribunda y tirada en la cascada. Que tierno.
¿Me…me…me puedes decir tu..tu..nom… nombre?.
-Anda héroe, paga el servicio y en dos horas te diré mi nombre-. Me dijo provocativamente, mientras subía las escaleras llevando de la mano a un cliente de aspecto acaudalado.

Me sentí avergonzado, humillado y minimizado esa noche por semejante mujer. Mis amigos, testigos del fatal momento, se reían de mí frustrada conquista. Ellos ya se habían estado divirtiendo con otras prostitutas y yo aún no había empezado a decidirme que hacer. Me había empeñado en conquistar a la mujer imposible. Tuve que soportar todo tipo de bromas. Hasta recordaron las épocas en que era el tartamudo del barrio. Yo no participaba en la conversación. Sólo miraba las escaleras que conducían a las habitaciones e imaginaba a Eliana desplegando su arte de geisha. Mientras pensaba, la ansiedad me carcomía. En mi mente las escenas se repetían como si fueran de una película XXX. Deseaba que Eliana se deshaga rápido del cliente. Sentía envidia de ese desconocido que pudo comprar los servicios de semejante tigresa. En mi caso no sabía si me alcanzaría el poco dinero que tenía en mi billetera. Ya nada me importaba. Miré mis manos, me toqué el anillo de compromiso y acaricié el reloj que mis padres me habían regalado cuando cumplí la mayoría de edad. Hasta evalué cuánto dinero podría costar el gramo de oro. De ser necesario dejaría todo lo de valor en garantía con la promesa de regresar al día siguiente, pagar lo adeudado y recuperar mis pertenencias.
Mis amigos seguían burlándose de mí derrota y lo que parecía hasta ese momento un festejo de graduación, ya se había convertido en una tortura. No soporté más la situación y sin dudarlo fui en la búsqueda de la dueña del burdel.

La mujer parecía una madama del 1900.Estaba vestida completamente de rojo. Tenía un largo vestido de raso que le combinaba con sus guantes. Sus gestos eran armónicos y grotescos a la vez. A cada rato delicadamente se acomodaba las plumas que sobresalían de su ancho sombrero y con la otra mano desplegaba torpemente un abanico que rozaba la cara de quien le hablara.
Se notaba que era la dueña, ya que todos les rendían pleitesía. Cuando le solicité el servicio, me miro como si fuera un insecto. Antes que me dé un precio, le dije el poco dinero que tenía. Frunció el ceño y para mi asombro vi como sacaba un largo cigarrillo entre sus senos. Cuando intentó encenderlo comenzó a reírse estruendosamente. Sin embargo me dijo.
– Hoy es tu día de suerte muchachito. Esos malditos policías me corrieron lo mejor de la clientela. Hoy no tendré un día de jugosas ganancias, pero tampoco me daré el lujo de tener grandes pérdidas-

Antes que le ofrezca el reloj, me lo pidió. Me sentía un animal al que estaban esquilmando sin contemplación. Lamentablemente no solo me sacó todo el dinero, el reloj, y el anillo. Le tuve que dar hasta la cadenita de oro que llevaba en mi cuello. Pero en ese entonces mis hormonas estaban en lo más alto, no podía pensar. Pero era consciente que solo entregando mis pertenecías podía pasar la noche con semejante diosa.
Bebiendo whisky y entre los consejos de mis amigos, espere ansioso mi turno.
Cuando Eliana me tomo de la mano para llevarme a la habitación no lo podía creer. Mis amigos aplaudían como si fuera el acontecimiento del año. Me sentí feliz. Pensé que serían las mejores horas de mi vida. Me equivoque, fueron las peores, las más angustiantes.

EURÍDICE CANOVA
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS.

por EURIDICE CANOVA Lun Mayo 13, 2013 12:19 am

por sabra Dom Oct 13, 2013 6:10 pm

LA MUJER DE MI HERMANO- Capitulo III. Mi peor noche.

LA MUJER DE MI HERMANO- Capitulo III. Mi peor noche.

Re: LA MUJER DE MI HERMANO- Capitulo III. Mi peor noche.

Re: LA MUJER DE MI HERMANO- Capitulo III. Mi peor noche.