EL AMANECER DE LA POESIA DE EURIDICE CANOVA Y SABRA
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

Las palizas del Chato.-Capítulo II

2 participantes

Ir abajo

Las palizas del Chato.-Capítulo II Empty Las palizas del Chato.-Capítulo II

Mensaje por Marcela Noemí Silva Lun Ene 16, 2012 5:57 pm

Las palizas del Chato.-Capítulo II Elvocero

EL VOCERO
Las palizas del Chato.-Capítulo II


Juan logro conciliar el sueño profundamente, hasta que los gritos desgarradores de su vecina lo despertaron.
Sobresaltado y aun dormido pegaba manotazos al aire como defendiéndose hasta que se golpeó la mano con los barrotes del balcón, hecho que lo termino de despertar y lo puso de muy mal humor.
Sin poder contener su rabia vociferó para sí mismo.
-Siempre digo que algún mal habré cometido en mi vida anterior para que el todopoderoso me haya destinado a este barrio podrido para que pague mis pecados.
No hay día que no despierte por algún grito o llanto. ¿Es mucho pedir que la gente no grite mientras estoy durmiendo? ¿Es mucho pedir que la gente duerma si alterar mi sueño?
No puedo creer mi mala suerte .El único día que quiero dormir hasta la hora que se me dé la gana y a mi vecina se le da por gritar como si la estuvieran matando.
Esos gritos con voz muy finita deben ser los de la Liliana.
Seguro que “el chato” el bruto del marido le está dando una soberana paliza. ¡Qué pedazo de bestia! El otro día casi la mata porque la pobre mujer se equivocó y le puso vinagre de manzana a la ensalada en vez de vinagre de alcohol. Y ni hablar el día que le rompió la boca y le dejo un ojo morado a la Liliana.La mujer le pregunto algo que escucho en la televisión sobre el sexo tántrico y el muy ignorante salio armado con escopeta por la villa a buscar a un tal tantra afirmando que la Liliana le había metido los cuernos.
Pero la culpa la tiene la mujer que dice que ama con locura al chato…Ella no entiende que es una mujer golpeada y que los dos están enfermos y necesitan asistencia de un profesional de la psicología.
Espero que el chato esta vez no se le haya ido la mano y la envié otra vez al hospital.
No entiendo a las mujeres y a la mujer del chato menos.¡Cómo le puede gustar que el animal que tiene por marido le pegue!
De nada valieron los consejos del pastor, ni del cura de la iglesia o las denuncias que los vecinos presentaron a los derechos de la mujer golpeada.
Nada sirvió, ni siquiera la intervención de la asistente social pudo cambiar la historia y menos la policía.
La Liliana siempre alega el mismo cuento, como que me caí, o estábamos jugando o yo lo provoque hasta se echa la culpa la tonta.
Con ese versito si no hay denuncia por parte de ella los oficiales de la ley dicen que no pueden hacer ni decir nada.
Es increíble pero el otro día la llevaron toda golpeada a la sala de emergencia y ella pedía que este presente el chato que se había esfumado. Después nos enteramos por el carnicero que estaba escondido en lo del mecánico por miedo a que la patrulla se lo lleve preso.
Pero cuando su mujer nos pregunto, nadie quiso decirle nada.
El chato desapareció quince días y la Liliana estaba desesperada buscándolo por todos lados. Hasta le hizo lío a la Sofía la dueña del prostíbulo diciendo que ella lo tenía escondido allí con las prostitutas de turno.
Y a los vecinos cuando nos veía nos insultaba todo el tiempo incluso nos culpaba de la ausencia de su marido.
En la iglesia más de una vez interrumpió la misa gritando que éramos unos alcahuetes de la policía, que no nos metamos más en su vida, además que todos nos comportábamos como viejas chismosas.Ni el cura que estaba oficiando la misa se salvaba de sus insultos.
Ella le hacia toda clase de gestos obscenos al sacerdote y el hombre solo atinaba a decir – Oremos hermanos por las almas de dios descarriadas.
Por suerte el chato apareció y hasta le regalo flores y caramelos.
La Liliana se calmó y andaba contenta por el barrio diciendo que estaba embarazada de su décimo hijo producto de la reconciliación.
Poco le duro la felicidad, el marido es un hombre sin paciencia y ya no se cuidaba, porque hasta le daba palizas en publico y la Liliana como siempre lo defendía y nos insultaba si los vecinos nos metíamos a socorrerla de las manos del chato.
Por eso la última vez que el chato le rompió la nariz y las costillas, en la peluquería de la Nelly, nadie se metió, ni le presto ayuda. Y ahora está gritando de nuevo. Y seguro que ahora nadie se meterá. Y yo menos.


© Copyright
Marcela Noemí Silva ®
Todos los derechos de autor reservados.


Marcela Noemí Silva
Marcela Noemí Silva
Admin

Cantidad de envíos : 3292
Puntos : 64875
Fecha de inscripción : 26/06/2009

Volver arriba Ir abajo

Las palizas del Chato.-Capítulo II Empty Re: Las palizas del Chato.-Capítulo II

Mensaje por sabra Miér Jul 17, 2013 6:16 am

Las palizas del Chato.-Capítulo II EUREDER
sabra
sabra
Admin

Cantidad de envíos : 16990
Puntos : 97369
Fecha de inscripción : 30/05/2009

Volver arriba Ir abajo

Las palizas del Chato.-Capítulo II Empty Re: Las palizas del Chato.-Capítulo II

Mensaje por sabra Dom Oct 13, 2013 6:52 pm