Querida Ana:
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Querida Ana:
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¿Te acuerdas de mí?, soy Manuel tu compañero de pintura o bueno… me conoces mas por Manu, Me encanta verte dar trazos con el carboncillo y… oler tu papel, mezclado entre pintura al agua y lirios. Aquel café donde nos reuníamos todos los compañeros para inspirarnos, era el escape que necesitaba para volver a enamorarme o por lo menos imaginármelo. Se que tu no me prestabas mucha atención, no se si seria por mis flácidas orejas o por mis gafas de 15 dioptrías, pero tus ojos o simplemente tu cálido aliento hacen que mis constantes vitales se alteren y tenga que tomarme la pastilla para la tensión.
Hoy me faltas tú y la vida se ve más gris. Tus sinuosas piernas estropeadas por la edad me hacían pensar locuras de quinceañeros, tus pechos como bolsitas de te me hubiera gustado ser tu agua hirviendo para poder burbujear al unísono. Pero… tan lejos y a la vez tan cerca, no entiendo porque esta separación ha sido tan rápida. Guardo uno de tus pinceles y… lo huelo, lo tengo debajo de mi almohada como un tesoro, pero no se si devolvértelo ya que tengo miedo de cruzar esa fatídica puerta de gente sin alma…
¿Puedes mandarme una señal? Así sabré que por primera vez podre hablar contigo.
Tu clavel oscuro.
¿Te acuerdas de mí?, soy Manuel tu compañero de pintura o bueno… me conoces mas por Manu, Me encanta verte dar trazos con el carboncillo y… oler tu papel, mezclado entre pintura al agua y lirios. Aquel café donde nos reuníamos todos los compañeros para inspirarnos, era el escape que necesitaba para volver a enamorarme o por lo menos imaginármelo. Se que tu no me prestabas mucha atención, no se si seria por mis flácidas orejas o por mis gafas de 15 dioptrías, pero tus ojos o simplemente tu cálido aliento hacen que mis constantes vitales se alteren y tenga que tomarme la pastilla para la tensión.
Hoy me faltas tú y la vida se ve más gris. Tus sinuosas piernas estropeadas por la edad me hacían pensar locuras de quinceañeros, tus pechos como bolsitas de te me hubiera gustado ser tu agua hirviendo para poder burbujear al unísono. Pero… tan lejos y a la vez tan cerca, no entiendo porque esta separación ha sido tan rápida. Guardo uno de tus pinceles y… lo huelo, lo tengo debajo de mi almohada como un tesoro, pero no se si devolvértelo ya que tengo miedo de cruzar esa fatídica puerta de gente sin alma…
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Roana Varela- Moderadora
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Fecha de inscripción : 25/10/2012
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