Un infierno ácido
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Un infierno ácido
Un infierno ácido
Cuando Mathews se levantó esa mañana, no recordó cuando había ingerido un ácido, no sabía si aún contenía los efectos de ese palacio de alucionaciones de shamanes y desiertos, esa laguna de ideas borrosas, que venían en contra de su gradiente, como un receptor de sueños paralizados por alguna duda existencial.
Ya había sido algunos días que Mathews había perdido a su novia, ella había muerto gracias a una leucemia, una falla en la formación de reticulocitos, una total blasfemia para la vida.
Quizá a Mathews no lo aceptaba aún, su corazón aun tenía
marihuana nadando entre los ventrículos.
A la mañana siguiente se despertó, era una mañana nublada, con las nubes del color del carbón, hasta lloraban las nubes.
No encontraba a su amor en cartas, ni en fotos, ni en canciones, sólo encontraba el ácido.
Tenía como proyecto de investigación sintetizar una nueva droga, pero sólo pocas fuentes revelaban que era para fines de atacar a la esquizofrenia y otras enfermedades mentales como plan de renovación basándose en los altos indeseables efectos que suele ser la esquizofrenia o la depresión y sus variaciones.
Mientras que en un ciudad caótica Mathews sale una idea se le viene a la mente, la idea de haber amado de una forma tan única y que la ideología haya quedado plantada en la tumba de su novia, como la extrañaba Mathews.
-Una laguna donde de verdad nadas y de repente todo es selva, porque dice la tierra en la que se cultivan semillas y nazcan frutos sanos y frescos, que raro es pensar que desde otra mirada puedes aceptar que era una condena el ingerir sustancias que pueden producir síncope si se ingiere mucha cantidad. Y bueno en realidad que diré en este ensayo, no hay más que buscar una ayuda para que las personas que se encuentren perdidas que puedan otra vez encontrar una puerta hacia la puerta y bueno- exclamó Mathews mientras explicaba a un numeroso público la defensa de su tesis, al finalizar se sentó cansado se fue un rato afuera a tomar aire porque había media hora de descanso y observó el edificio de alado desvanecerse, sentía que le caía encima o que más bien saltaba su novia desde la terraza de ese edificio, y se chocaba en el pavimento, era una escena horrible, -parecía todo un laberinto de ríos por el que debes nadar y concibir a la vida como tuya- agregaba Mathews en su discurso después del descanso.
Mientras estaba sentado recordó haber fumado mucho estaba muy mareado, mientras el jurado decidía, recordó a su novia y no podía superar más esta tragedia que le acontecía a Mathews; era como ingerir alguna droga estimulante, al inicio no sientes nada más que pérdida de la memoria y un estímulo en el sistema nervioso, pero durante la etapa post de haber ingerido la droga, todo la energía de reserva en el organismo es ocupada para poder trabajar con la droga junta, y finalmente mata al paciente, Mathews sentía una parecida percepción de la realidad en base a la soledad y la tristeza de haber perdido al amor de su vida.
Todo es como el ácido, si te sabes controlar en la dosis, resulta efectivo pasarla bien. Mientras que una vida suave se deslumbra Mathews seguía muerto por dentro, día a día sin poder dejar de pensar en ella, quizá necesite algún medicamento, alguna sustancia química, algo que cambie su metabolismo en los neurotransmisores, quizá viaje a otro mundo, en una nave espacial, en un espacio desierto sólo de estrellas, e ir a otros mundos, un mundo desértico para no sentir más que la brisa y el sol de un desierto amarillo, tomate y rojo, sólo calaveras a los lados, quizá para dormir se debería prender una buena fogata y escuchar la música de tu cabeza o de algún modo o una vibración en forma de canción.
Mathews recordaba algunas tiras cómicas como esa del personaje que era una máquina de dulces y que se durmió, un pájaro azul como el famoso trago oriundo de Ecuador, y una especie de tejón, en conclusión los tres personajes antes mencionados participaron por un concurso de comer ingerir una gran cantidad de comida picante tales como el jalapeño, tal parece que dicho efecto les habría llevado a otro mundo, observando una psicodélic gama de factores, edificios derretirse en una ambientación de color rojiza y amarilla como el desierto; tales efectos producidos por ingerir comida picante, una explosión en las noches de los sueños que se producen en el cerebro de tales personajes, alucinar como labios rojos siendo quemados en la hoguera por varios personajes con problemas de amor.
-No es como me puedo explicar que aún siga vivo después de la muerte de ella, es como encarar la vida en un modo solitario- se explicó a si mismo Mathews, pero quien era para él para poder juzgarse a si mismo.
En sí mismo había cierto rencor con la iglesia, odiaba las iglesias, los creyentes que llegaban a las misas de la iglesia respectiva de su sector, quería vengarse, quemar una iglesia haber que pasaba, como el picante que te hacía ver los edificios rojos y amarillos derritiéndose en sus ojos, alucinar como una vieja canción psicodélica, como la mescalina o un famoso cactus oriundo de Ecuador, que gran país, tal cactus llamado San Pedro, una genialidad.
A partir del siguiente mes, era todo peor, sentía Mathew que ellas muchas veces le hablaba por todos los lados, hasta por escuchar los colores.
-Como caminar en la luna es matar a las personas, te enamoras de alguien y todo se muere en tu vida- gritó Mathews hacia el vidrio, agarró el arma que había robado días antes, según Mathews era por las dudas.
Partió una mañana saliendo de su casa, en su carro todo se encontraba desordenado, varios químicos y más utilidades.
LLegó a una iglesia y entró, observó algunos cuadros del infierno que deseaba tenerlos en su casa pero ya no importaba nada. Allí sacó un litro de gasolina del carro y volvió a entrar Mathews, todos estaban en misa
entonces esparció la gasolina sobre los cuadros de Jesús y Moisés, y encendió un cigarrillo de los suaves, soltó el humo y lanzo el cigarrillo, creando un incendio; luego del auto sacó unas bombas experimentales de uranio con ácido clorhídrico, y las lanzó dentro de esa iglesia, la gente esparcía su sangre hacía los pies de la cruz, seguidamente de un incendio extremadamente extenuante, todos murieron pero Mathews estaba vivo, había escapado.
Saliendo de la ciudad se detuvo en una gasolinera para ver que había pasado y de repente observó carros de la policía, empezò una carrera hasta que Mathews saltó del carro hacia un precipicio.
Al despertarse Mathews se dió cuenta que al caer en el precipicio era un paraíso, aunque se quejaba que el calor era bastante fuerte, era un lugar extraño había escapado de todo, caminó y se encontraba entre unas nubes de vapor, era un lugar agradable cuando vió una extraña laguna del color del color de la esencia de un ácido fuerte, un color que brillaba, no dudó en ir a investigar que era.
Mientras recogía una pequeña muestra de ese lago pensó Mathews en que habrá pasado con esa iglesia que de verdad era como un infierno ácido, como el ácido nítrico o sulfúrico que derrite a las personas, o como el infierno conocido por la religión, muchas llamas y gente mala quemándose.
Cuando se lanzó a la laguna porque tenía la sensación que tenía un sabor dulce, sólo un sorbo basta para esclarecer una persona, llevarle a un viaje, Mathews fue uno de ellos que nadó en otro mundo de muerte y sangre, que se mezcla con la paz de las personas buenas, mientras que todo se desvanecía y derretía en poco tiempo, un calor en el cuerpo que quema por dentro al individuo.
Mathews logró encontrar una pistola en su viaje a mundos desvanecidos, no dudó en preguntarse si esa pistola era verdadera o era una ilusión más, sólo se disparó a si mismo y despertó en un infierno ácido donde no es nadie más que otro habitante de un mundo como el que se ha vivido en muchos años como ensayo de aprender a entender las actitudes humanas, comprender el lenguaje maestro del demonio, sólo muchas muertes como la Mathews que no hizo nada más que permanecer en otro mundo, pero junto a su novia difunta que ya comparten el título de difuntos, pero vivos.
sergio897
Cuando Mathews se levantó esa mañana, no recordó cuando había ingerido un ácido, no sabía si aún contenía los efectos de ese palacio de alucionaciones de shamanes y desiertos, esa laguna de ideas borrosas, que venían en contra de su gradiente, como un receptor de sueños paralizados por alguna duda existencial.
Ya había sido algunos días que Mathews había perdido a su novia, ella había muerto gracias a una leucemia, una falla en la formación de reticulocitos, una total blasfemia para la vida.
Quizá a Mathews no lo aceptaba aún, su corazón aun tenía
marihuana nadando entre los ventrículos.
A la mañana siguiente se despertó, era una mañana nublada, con las nubes del color del carbón, hasta lloraban las nubes.
No encontraba a su amor en cartas, ni en fotos, ni en canciones, sólo encontraba el ácido.
Tenía como proyecto de investigación sintetizar una nueva droga, pero sólo pocas fuentes revelaban que era para fines de atacar a la esquizofrenia y otras enfermedades mentales como plan de renovación basándose en los altos indeseables efectos que suele ser la esquizofrenia o la depresión y sus variaciones.
Mientras que en un ciudad caótica Mathews sale una idea se le viene a la mente, la idea de haber amado de una forma tan única y que la ideología haya quedado plantada en la tumba de su novia, como la extrañaba Mathews.
-Una laguna donde de verdad nadas y de repente todo es selva, porque dice la tierra en la que se cultivan semillas y nazcan frutos sanos y frescos, que raro es pensar que desde otra mirada puedes aceptar que era una condena el ingerir sustancias que pueden producir síncope si se ingiere mucha cantidad. Y bueno en realidad que diré en este ensayo, no hay más que buscar una ayuda para que las personas que se encuentren perdidas que puedan otra vez encontrar una puerta hacia la puerta y bueno- exclamó Mathews mientras explicaba a un numeroso público la defensa de su tesis, al finalizar se sentó cansado se fue un rato afuera a tomar aire porque había media hora de descanso y observó el edificio de alado desvanecerse, sentía que le caía encima o que más bien saltaba su novia desde la terraza de ese edificio, y se chocaba en el pavimento, era una escena horrible, -parecía todo un laberinto de ríos por el que debes nadar y concibir a la vida como tuya- agregaba Mathews en su discurso después del descanso.
Mientras estaba sentado recordó haber fumado mucho estaba muy mareado, mientras el jurado decidía, recordó a su novia y no podía superar más esta tragedia que le acontecía a Mathews; era como ingerir alguna droga estimulante, al inicio no sientes nada más que pérdida de la memoria y un estímulo en el sistema nervioso, pero durante la etapa post de haber ingerido la droga, todo la energía de reserva en el organismo es ocupada para poder trabajar con la droga junta, y finalmente mata al paciente, Mathews sentía una parecida percepción de la realidad en base a la soledad y la tristeza de haber perdido al amor de su vida.
Todo es como el ácido, si te sabes controlar en la dosis, resulta efectivo pasarla bien. Mientras que una vida suave se deslumbra Mathews seguía muerto por dentro, día a día sin poder dejar de pensar en ella, quizá necesite algún medicamento, alguna sustancia química, algo que cambie su metabolismo en los neurotransmisores, quizá viaje a otro mundo, en una nave espacial, en un espacio desierto sólo de estrellas, e ir a otros mundos, un mundo desértico para no sentir más que la brisa y el sol de un desierto amarillo, tomate y rojo, sólo calaveras a los lados, quizá para dormir se debería prender una buena fogata y escuchar la música de tu cabeza o de algún modo o una vibración en forma de canción.
Mathews recordaba algunas tiras cómicas como esa del personaje que era una máquina de dulces y que se durmió, un pájaro azul como el famoso trago oriundo de Ecuador, y una especie de tejón, en conclusión los tres personajes antes mencionados participaron por un concurso de comer ingerir una gran cantidad de comida picante tales como el jalapeño, tal parece que dicho efecto les habría llevado a otro mundo, observando una psicodélic gama de factores, edificios derretirse en una ambientación de color rojiza y amarilla como el desierto; tales efectos producidos por ingerir comida picante, una explosión en las noches de los sueños que se producen en el cerebro de tales personajes, alucinar como labios rojos siendo quemados en la hoguera por varios personajes con problemas de amor.
-No es como me puedo explicar que aún siga vivo después de la muerte de ella, es como encarar la vida en un modo solitario- se explicó a si mismo Mathews, pero quien era para él para poder juzgarse a si mismo.
En sí mismo había cierto rencor con la iglesia, odiaba las iglesias, los creyentes que llegaban a las misas de la iglesia respectiva de su sector, quería vengarse, quemar una iglesia haber que pasaba, como el picante que te hacía ver los edificios rojos y amarillos derritiéndose en sus ojos, alucinar como una vieja canción psicodélica, como la mescalina o un famoso cactus oriundo de Ecuador, que gran país, tal cactus llamado San Pedro, una genialidad.
A partir del siguiente mes, era todo peor, sentía Mathew que ellas muchas veces le hablaba por todos los lados, hasta por escuchar los colores.
-Como caminar en la luna es matar a las personas, te enamoras de alguien y todo se muere en tu vida- gritó Mathews hacia el vidrio, agarró el arma que había robado días antes, según Mathews era por las dudas.
Partió una mañana saliendo de su casa, en su carro todo se encontraba desordenado, varios químicos y más utilidades.
LLegó a una iglesia y entró, observó algunos cuadros del infierno que deseaba tenerlos en su casa pero ya no importaba nada. Allí sacó un litro de gasolina del carro y volvió a entrar Mathews, todos estaban en misa
entonces esparció la gasolina sobre los cuadros de Jesús y Moisés, y encendió un cigarrillo de los suaves, soltó el humo y lanzo el cigarrillo, creando un incendio; luego del auto sacó unas bombas experimentales de uranio con ácido clorhídrico, y las lanzó dentro de esa iglesia, la gente esparcía su sangre hacía los pies de la cruz, seguidamente de un incendio extremadamente extenuante, todos murieron pero Mathews estaba vivo, había escapado.
Saliendo de la ciudad se detuvo en una gasolinera para ver que había pasado y de repente observó carros de la policía, empezò una carrera hasta que Mathews saltó del carro hacia un precipicio.
Al despertarse Mathews se dió cuenta que al caer en el precipicio era un paraíso, aunque se quejaba que el calor era bastante fuerte, era un lugar extraño había escapado de todo, caminó y se encontraba entre unas nubes de vapor, era un lugar agradable cuando vió una extraña laguna del color del color de la esencia de un ácido fuerte, un color que brillaba, no dudó en ir a investigar que era.
Mientras recogía una pequeña muestra de ese lago pensó Mathews en que habrá pasado con esa iglesia que de verdad era como un infierno ácido, como el ácido nítrico o sulfúrico que derrite a las personas, o como el infierno conocido por la religión, muchas llamas y gente mala quemándose.
Cuando se lanzó a la laguna porque tenía la sensación que tenía un sabor dulce, sólo un sorbo basta para esclarecer una persona, llevarle a un viaje, Mathews fue uno de ellos que nadó en otro mundo de muerte y sangre, que se mezcla con la paz de las personas buenas, mientras que todo se desvanecía y derretía en poco tiempo, un calor en el cuerpo que quema por dentro al individuo.
Mathews logró encontrar una pistola en su viaje a mundos desvanecidos, no dudó en preguntarse si esa pistola era verdadera o era una ilusión más, sólo se disparó a si mismo y despertó en un infierno ácido donde no es nadie más que otro habitante de un mundo como el que se ha vivido en muchos años como ensayo de aprender a entender las actitudes humanas, comprender el lenguaje maestro del demonio, sólo muchas muertes como la Mathews que no hizo nada más que permanecer en otro mundo, pero junto a su novia difunta que ya comparten el título de difuntos, pero vivos.
sergio897
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