DESTELLOS EN EL CORAZÓN

DESTELLOS EN EL CORAZÓN

Comprendí con dolor que el amor no es eterno
que en la naturaleza dúctil de lo indiferente
los irascibles nubarrones del desahuciado
golpean con sorna la prisión de mi puerta
mostrándome el corazón que puse en tus manos
convertido en una masa amorfa, putrefacta, etérea.

Los demonios se disocian en mi averno
se ríen por mi ceguera crónica encubierta
se mofan por la derrota de mis sentimientos
se burlan del corazón que antaño fue feliz
mientras el alma azorada en su desesperación
blinda con destellos de luz mis latidos inertes

Aun así perduras en mi esencia como el cáncer
de mi maltrecha fisonomía molecular te alimentas
en la obsesión masoquista dejo que me hieras
que me amputes sin cesar hasta desangrarme
que me liberes del vivir que es una carga inmensa.

Y aunque seas mi mortaja ambulacral cadavérica
tu recuerdo me persigue en la oscuridad tortuosa
aislándome del espectro racional de mi psiquis
derrumbando mi red neuronal en la locura del caos
dejándome en carne viva hasta la inconciencia.

Y aun así puedo fingir en mi mejor actuación
que pertenezco al mundo de los seres felices.
Nadie sabe que eres parasitosis de mi materia
desfibrilación del alma fagocitándome sin tregua
que camino por inercia entre los vivos sin ver.
Nadie sabe…que un vegetal tiene más vida que yo.

EURÍDICE CANOVA
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