EL PLACER, de Luis Cernuda
4 participantes
EL AMANECER DE LA POESIA DE EURIDICE CANOVA Y SABRA :: Grandes Poetas y Escritores Consagrados :: Luis Cernuda
Página 1 de 1.
EL PLACER, de Luis Cernuda
EL PLACER
En las noches de primavera, alta ya la madrugada, venía a través del campo, desde Eritaña, el son de un organillo. La tonada efímera, en el silencio y la calma de la noche, adquiría voz, y hablaba de quienes a esa hora, en vez de dormir, vivían, velando para el placer de un momento. Yo les veía, ellos y ellas, un poco bebidos, serios, la mirada fija y vaga a un tiempo, enlazados como si siguieran el ritmo del espasmo más que el del baile, las manos acariciando enajenadas el hermoso cuerpo humano, triunfante un día para hundirse luego en la muerte. Y el grito ronco y agudo de algún pavo real, insomne por las alamedas del parque, rompía la cadencia de la musiquilla como una burla de mi anhelo loco y triste.
Niño aún, mi deseo no tenía forma, y el afán que lo despertaba en nada podía concretarse; y yo pensaba envidioso en aquellos hombres anónimos que a esa hora le divertían, groseramente quizá, mas que eran superiores a mí por el conocimiento del placer, del que yo sólo tenía el deseo. Y me preguntaba si eran dignos de ese conocimiento, si yo sería digno de tenerlo un día, lo mismo que tal o cual criatura perfecta de gracia animal, apenas por mí entrevista en la revuelta de una calle, cuyo recuerdo súbito se alumbraba entonces en mi memoria.
A través de las ramas de acacia en flor, por el aire tibio de la noche de mayo, desde el jardín de la venta, la musiquilla venía insistente. No era la voz de la melodía inmortal, que nos persuade de que en nosotros, como en ella, algo no ha de pasar; ésta, frigia y deleznable, hablaba a nuestra duda, incitándonos a gozar, con acento que la noche y la ocasión tornaban dramático, como la voz que a través de un ridículo antifaz nos advierte, seria, honda, apasionada.
En las noches de primavera, alta ya la madrugada, venía a través del campo, desde Eritaña, el son de un organillo. La tonada efímera, en el silencio y la calma de la noche, adquiría voz, y hablaba de quienes a esa hora, en vez de dormir, vivían, velando para el placer de un momento. Yo les veía, ellos y ellas, un poco bebidos, serios, la mirada fija y vaga a un tiempo, enlazados como si siguieran el ritmo del espasmo más que el del baile, las manos acariciando enajenadas el hermoso cuerpo humano, triunfante un día para hundirse luego en la muerte. Y el grito ronco y agudo de algún pavo real, insomne por las alamedas del parque, rompía la cadencia de la musiquilla como una burla de mi anhelo loco y triste.
Niño aún, mi deseo no tenía forma, y el afán que lo despertaba en nada podía concretarse; y yo pensaba envidioso en aquellos hombres anónimos que a esa hora le divertían, groseramente quizá, mas que eran superiores a mí por el conocimiento del placer, del que yo sólo tenía el deseo. Y me preguntaba si eran dignos de ese conocimiento, si yo sería digno de tenerlo un día, lo mismo que tal o cual criatura perfecta de gracia animal, apenas por mí entrevista en la revuelta de una calle, cuyo recuerdo súbito se alumbraba entonces en mi memoria.
A través de las ramas de acacia en flor, por el aire tibio de la noche de mayo, desde el jardín de la venta, la musiquilla venía insistente. No era la voz de la melodía inmortal, que nos persuade de que en nosotros, como en ella, algo no ha de pasar; ésta, frigia y deleznable, hablaba a nuestra duda, incitándonos a gozar, con acento que la noche y la ocasión tornaban dramático, como la voz que a través de un ridículo antifaz nos advierte, seria, honda, apasionada.
_________________
"El amor es la razón del corazón"
sabra- Admin
- Cantidad de envíos : 16986
Puntos : 97327
Fecha de inscripción : 30/05/2009
Armando Lopez- Moderador General
- Cantidad de envíos : 5727
Puntos : 60662
Fecha de inscripción : 07/01/2012
Rosko- Moderador Musical
- Cantidad de envíos : 4767
Puntos : 56797
Fecha de inscripción : 06/04/2012
Temas similares
» EL ENAMORADO, de Luis Cernuda
» EL MAGNOLIO, de Luis Cernuda
» Limbo. Luis Cernuda
» Contigo, de Luis Cernuda
» "El vicio". Luis Cernuda
» EL MAGNOLIO, de Luis Cernuda
» Limbo. Luis Cernuda
» Contigo, de Luis Cernuda
» "El vicio". Luis Cernuda
EL AMANECER DE LA POESIA DE EURIDICE CANOVA Y SABRA :: Grandes Poetas y Escritores Consagrados :: Luis Cernuda
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.