ODAS DE HORACIO-LIBRO I - XVI A SU AMIGA (PALINODIA)
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ODAS DE HORACIO-LIBRO I - XVI A SU AMIGA (PALINODIA)
XVI A SU AMIGA (PALINODIA)
¡Oh, de hermosa madre, hija más hermosa todavía!, destruye como te plazca mis versos ofensivos, arrojándolos a las llamas o a las ondas del Adriático.
Cíbeles [Dindimene], Baco y Apolo Pitio no trastornan la mente de sus sacerdotes en los santuarios de los templos, ni los Coribantes entrechocan sus escudos de bronce con más furia que las iras desatentadas desafían el acero de los bárbaros, el fuego devorador, el mar y sus naufragios y el poder del mismo Jove con sus rayos y truenos espantosos.
Es fama que Prometeo, en la necesidad de añadir al barro de nuestro ser alguna partícula de otros animales, infundió en las entrañas del hombre la cólera del león furibundo.
Las iras ocasionaron a Tiestes horribles tormentos y fueron la principal causa de caer arrasadas egregias ciudades, en torno de cuyos muros pasó el arado el insolente ejército de los enemigos. Reprime tus enojos; confieso que en el ardor de la juventud me dejé arrebatar por la pasión y vomité en versos satíricos mil diatribas venenosas; pero hoy deseo que aquel encono se trueque en más tiernas afectos, y así que me retracte de tales oprobios, me vuelvas
tu amistad y me entregues tu corazón.
¡Oh, de hermosa madre, hija más hermosa todavía!, destruye como te plazca mis versos ofensivos, arrojándolos a las llamas o a las ondas del Adriático.
Cíbeles [Dindimene], Baco y Apolo Pitio no trastornan la mente de sus sacerdotes en los santuarios de los templos, ni los Coribantes entrechocan sus escudos de bronce con más furia que las iras desatentadas desafían el acero de los bárbaros, el fuego devorador, el mar y sus naufragios y el poder del mismo Jove con sus rayos y truenos espantosos.
Es fama que Prometeo, en la necesidad de añadir al barro de nuestro ser alguna partícula de otros animales, infundió en las entrañas del hombre la cólera del león furibundo.
Las iras ocasionaron a Tiestes horribles tormentos y fueron la principal causa de caer arrasadas egregias ciudades, en torno de cuyos muros pasó el arado el insolente ejército de los enemigos. Reprime tus enojos; confieso que en el ardor de la juventud me dejé arrebatar por la pasión y vomité en versos satíricos mil diatribas venenosas; pero hoy deseo que aquel encono se trueque en más tiernas afectos, y así que me retracte de tales oprobios, me vuelvas
tu amistad y me entregues tu corazón.
Roana Varela- Moderadora
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