Nuestros cuerpos de deseo
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Nuestros cuerpos de deseo
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Nuestros cuerpos de deseo - de azul
Tañen los sensibles campanarios con nuestro deseo
trasladados a las frases del lenguaje íntimo.
resbalando a nuestro amor de lecho aun inconcluso.
¡Tú y yo desnudos. sabemos que hacer y sentir!
Hay una muralla en nuestras paredes
y un hueco donde nos atisbamos
rompiendo los huesos más allá de la luz
con los locos labios y la sombra habitada
por nuestros territorios.
¡ Alcanza ¡
Piel que toco, caricia que te heredo
roce de instinto provocativo
algo incita a mi boca lábil
a beber tu sudor de agua dulce
excitada en enjambre,
y estimula mi hambre de dientes,
devorar tus turgencias de arcilla-carne.
Tienes los labios sedientos de la espera.
Tu terreno de cosmos y piel recorrido y aun añorante,
la incipiente lágrima que sudan tus poros
a mis yemas de tacto lacrilófalas.
Embriágame con un rodar de tus pestañas,
con una palabra almibarada de tu voz de mujer
y te daré mi mejor néctar de vino bello.
Bello porque beberemos los dos de las pieles rociadas
hasta que la noche iluminada sea oscuridad permanente
con los temblores de las ventanas y los vasos dilatados.
Déjame tu piel para mis dedos urgentes
te doy mi sustancia y alma como dueña absoluta
Atracción física de magnitud imantable
entre dos polos opuestos que se adhieren y
química de hormonas en las manos
y las mentes lujuriosas.
Precisión de alquimista en la fórmula
del macho y de la hembra
deseable y fiel amante
engrasa de tu sudor mi piel
hasta la última esencia.
Saca tus entrañas sumergidas
al abismo claro y desata el huracán
de tus manos y la sangre transvasada.
Deja mis rocas sin guijarros sobrantes
y la piel en rasguño erosionado
me entrego a ti en la batalla
aunque fuera mi última embestida.
Danza toda tu pasión encendida
en cada paso de mi cuerpo
hastíate del agua para tu sed de beso y lava.
En mis huertos naturales que contigo florecen
quiero sentir tu gemido postergado
como producto de tu garganta agitada.
Tu boca abierta en uva partida
tu cuello hinchado de venas latientes
rociare todo mi mosto blanco
en tu territorio de mapa ilustre.
Estírate a mí
alarga tus dedos en plástica
amplia tus senos de apetencia
y derrocha tu lengua florecida
en todo átomo eléctrico
que de mi ser pretendas.
Sed y hambre mía
alimento de tu agua pura al deseo
de mi vista de navegante
todo tu panorama de sexo.
RICARDO ALVAREZ
Nuestros cuerpos de deseo - de azul
Tañen los sensibles campanarios con nuestro deseo
trasladados a las frases del lenguaje íntimo.
resbalando a nuestro amor de lecho aun inconcluso.
¡Tú y yo desnudos. sabemos que hacer y sentir!
Hay una muralla en nuestras paredes
y un hueco donde nos atisbamos
rompiendo los huesos más allá de la luz
con los locos labios y la sombra habitada
por nuestros territorios.
¡ Alcanza ¡
Piel que toco, caricia que te heredo
roce de instinto provocativo
algo incita a mi boca lábil
a beber tu sudor de agua dulce
excitada en enjambre,
y estimula mi hambre de dientes,
devorar tus turgencias de arcilla-carne.
Tienes los labios sedientos de la espera.
Tu terreno de cosmos y piel recorrido y aun añorante,
la incipiente lágrima que sudan tus poros
a mis yemas de tacto lacrilófalas.
Embriágame con un rodar de tus pestañas,
con una palabra almibarada de tu voz de mujer
y te daré mi mejor néctar de vino bello.
Bello porque beberemos los dos de las pieles rociadas
hasta que la noche iluminada sea oscuridad permanente
con los temblores de las ventanas y los vasos dilatados.
Déjame tu piel para mis dedos urgentes
te doy mi sustancia y alma como dueña absoluta
Atracción física de magnitud imantable
entre dos polos opuestos que se adhieren y
química de hormonas en las manos
y las mentes lujuriosas.
Precisión de alquimista en la fórmula
del macho y de la hembra
deseable y fiel amante
engrasa de tu sudor mi piel
hasta la última esencia.
Saca tus entrañas sumergidas
al abismo claro y desata el huracán
de tus manos y la sangre transvasada.
Deja mis rocas sin guijarros sobrantes
y la piel en rasguño erosionado
me entrego a ti en la batalla
aunque fuera mi última embestida.
Danza toda tu pasión encendida
en cada paso de mi cuerpo
hastíate del agua para tu sed de beso y lava.
En mis huertos naturales que contigo florecen
quiero sentir tu gemido postergado
como producto de tu garganta agitada.
Tu boca abierta en uva partida
tu cuello hinchado de venas latientes
rociare todo mi mosto blanco
en tu territorio de mapa ilustre.
Estírate a mí
alarga tus dedos en plástica
amplia tus senos de apetencia
y derrocha tu lengua florecida
en todo átomo eléctrico
que de mi ser pretendas.
Sed y hambre mía
alimento de tu agua pura al deseo
de mi vista de navegante
todo tu panorama de sexo.
RICARDO ALVAREZ
Galius- Moderador General
- Cantidad de envíos : 2705
Puntos : 49582
Fecha de inscripción : 19/02/2013
Galius- Moderador General
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Re: Nuestros cuerpos de deseo
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