EL BESO DE LA MUERTE

EL BESO DE LA MUERTE

La muerte me visita en mis horas de sueño,
la observo aterrorizado, le hago creer que duermo;
acaricia mi cabello, me rasura con su hoz afilada,
me susurra al oído que mi tumba esta labrada.

La muerte me recorre todo mi cuerpo por entero,
sus manos como el iceberg erizan todos mis vellos,
se sienta en la cama y me respira con dulzura,
su aliento a podredumbre me da asco, me sulfura.

La muerte me comenta que esperaba este encuentro,
me reprocha haberla engañado en otros tiempos;
pero ella sabe bien que me hago el dormido,
me besa hasta saciarse estoy estático y deprimido.

La muerte se desnuda y se acuesta a mi lado,
confiesa que la conozco ,que fue un amor del pasado;
intento recordarla mirando todo su espectro.
Está irreconocible .¡Yo jamás pude amar esto!

La muerte me excita mis partes más pudendas,
intento controlar el asco y la furia que me inquieta;
me siento atrapado en la peor pesadilla, no razono,
ella se ríe de mi virilidad y eso jamás lo perdono.

La muerte me hace frente y me dice que me decida,
amarla con pasión esta noche o llevarme de por vida;
no tengo alternativa, tengo que poseerla y no quiero,
me imagino que es hermosa y la hago mía con esmero.

La muerte esta saciada de tanto sexo divino,
me siento esclavizado pero sé que aun estoy vivo;
mi instinto respondió a mi fisiología esperada,
pero la muerte me besa y me dice hasta mañana.

EURÍDICE CANOVA
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