Salido del Infierno
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Salido del Infierno
Salido del Infierno
Los amantes se sentaron bajo la furiosa aura de selene, acariciándose sin temor a ser descubiertos, sin temor a la noche negra que encierra secretos...
El policía daba las referencias del hecho junto a dos cadáveres secos... como si hubieran sido succionados dejando tan solo la cáscara que los envolvía y rastros de azufre a su alrededor.
Tomaron los recaudos necesarios y las pruebas nulas en la zona del echo.
:- Esta área algunas veces se vuelve hostil. Deberíamos cercar este lugar. Dijo el policía mientras encendía un cigarrillo.
:-Al caer el sol las sombras devoran a los torpes y descuidados que se refugian bajo ella la diosa de la noche, custodia de mi infierno... las palabras ahora dichas por el joven oficial parecían ininteligibles. Los otros guardias lo miraban con cierto recelo y a distancia.
Pasadas dos semanas encuentran a otra pareja "succionada" y mas azufre, un azufre líquido que parecía derretir lo que tocara.
Esta vez, tan extrañamente el joven oficial desapareció, solo se encontraron sus ropas cercanas al hecho, destrozadas como por un animal furioso.
Los asesinatos se sucedieron cada semana en el mismo claro, todos bajo la pálida luz de la luna, como único testigo mudo de tanta aberración.
Una tarde, mientras estaban de caza unos lugareños encontraron algo extraño que parecía arrastrarse produciendo un chillido escalofriante. Al acercarse sintieron como si estuvieran próximos al mismísimo averno, ya que el olor a azufre era intenso.
Lo vieron desfallecer, agonizar con los ojos desmesuradamente abiertos, porque allí, bajo sus pies estaba como salido del infierno el chupacabras.
Autor: Liliana T.
Los amantes se sentaron bajo la furiosa aura de selene, acariciándose sin temor a ser descubiertos, sin temor a la noche negra que encierra secretos...
El policía daba las referencias del hecho junto a dos cadáveres secos... como si hubieran sido succionados dejando tan solo la cáscara que los envolvía y rastros de azufre a su alrededor.
Tomaron los recaudos necesarios y las pruebas nulas en la zona del echo.
:- Esta área algunas veces se vuelve hostil. Deberíamos cercar este lugar. Dijo el policía mientras encendía un cigarrillo.
:-Al caer el sol las sombras devoran a los torpes y descuidados que se refugian bajo ella la diosa de la noche, custodia de mi infierno... las palabras ahora dichas por el joven oficial parecían ininteligibles. Los otros guardias lo miraban con cierto recelo y a distancia.
Pasadas dos semanas encuentran a otra pareja "succionada" y mas azufre, un azufre líquido que parecía derretir lo que tocara.
Esta vez, tan extrañamente el joven oficial desapareció, solo se encontraron sus ropas cercanas al hecho, destrozadas como por un animal furioso.
Los asesinatos se sucedieron cada semana en el mismo claro, todos bajo la pálida luz de la luna, como único testigo mudo de tanta aberración.
Una tarde, mientras estaban de caza unos lugareños encontraron algo extraño que parecía arrastrarse produciendo un chillido escalofriante. Al acercarse sintieron como si estuvieran próximos al mismísimo averno, ya que el olor a azufre era intenso.
Lo vieron desfallecer, agonizar con los ojos desmesuradamente abiertos, porque allí, bajo sus pies estaba como salido del infierno el chupacabras.
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Armando Lopez- Moderador General
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