Mi corazón sangrante....
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EL AMANECER DE LA POESIA DE EURIDICE CANOVA Y SABRA :: Grandes Poetas y Escritores Consagrados :: Talentos de la Poesía
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Mi corazón sangrante....
por Hamuleto Mar Ene 03, 2012 5:43 am
Mi corazón sangrante.
Hoy mis letras no son para ti,
ya que esto, que siento ahora
ni tu con tu amor, y comprensión
logras alejar de mí, esta sensación.
Mis letras son para la tristeza,
que invade mi corazón adolorido,
ante la pérdida de esos seres,
que nos llenan de cariño.
Que nos dan alegría a su manera,
y que con el correr del tiempo,
incluso, pueden adivinar al vernos,
nuestro estado de animo.
Es cuando más nos demuestran,
su comprensión al hacernos compañía,
ya mis brazos sienten miedo,
de tenerlos en ellos.
Porque al abrazarlos,
de alguna manera, es un abrazo
a la dama negra, que está acechando,
para llevárselos a su lado.
Ayer se llevó, a mi segundo viejito,
que me acompaño por 15 años,
y con lágrimas en los ojos,
le vi partir de mi lado.
Su luz se fue apagando lentamente,
después de la inyección,
que le quitaba todo sufrimiento,
pero yo estaba ahí a su lado.
Acariciando su cabecita,
para que no sintiera miedo,
diciéndole que durmiera,
y que yo le amaria siempre.
Partió mi Polvo travieso, a reunirse
con Mota, su inseparable compañero,
y con el dulce Sony,
mis queridas mascotas.
Han marchado de mi lado,
dejándome tantos recuerdos,
y un corazón sangrante.
© Hamuleto ®
Hoy mis letras no son para ti,
ya que esto, que siento ahora
ni tu con tu amor, y comprensión
logras alejar de mí, esta sensación.
Mis letras son para la tristeza,
que invade mi corazón adolorido,
ante la pérdida de esos seres,
que nos llenan de cariño.
Que nos dan alegría a su manera,
y que con el correr del tiempo,
incluso, pueden adivinar al vernos,
nuestro estado de animo.
Es cuando más nos demuestran,
su comprensión al hacernos compañía,
ya mis brazos sienten miedo,
de tenerlos en ellos.
Porque al abrazarlos,
de alguna manera, es un abrazo
a la dama negra, que está acechando,
para llevárselos a su lado.
Ayer se llevó, a mi segundo viejito,
que me acompaño por 15 años,
y con lágrimas en los ojos,
le vi partir de mi lado.
Su luz se fue apagando lentamente,
después de la inyección,
que le quitaba todo sufrimiento,
pero yo estaba ahí a su lado.
Acariciando su cabecita,
para que no sintiera miedo,
diciéndole que durmiera,
y que yo le amaria siempre.
Partió mi Polvo travieso, a reunirse
con Mota, su inseparable compañero,
y con el dulce Sony,
mis queridas mascotas.
Han marchado de mi lado,
dejándome tantos recuerdos,
y un corazón sangrante.
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