PRESIDENTE

PRESIDENTE

Te apagas poco a poco, presidente,
el tiempo nunca quiso perdonarte
solo armado de valor y cierto arte
acallaste aquel sonido estridente.

Porque supiste ser el consecuente
enseñaste a esta gente como amarte,
la serviste como enseña y baluarte
ante un ruido de sables floreciente.

Este pueblo no es nada agradecido
y maltrata a los hombres tan cabales
pudiendo resultar casi irreales

que teniendo de todo no ha tenido
más que cariño amistad y otros iguales.
Ya quisiera, lo sabes presidente,
que tu ejemplo calara en otra gente.

TIGUAZ