¿Estoy loco yo o los locos son los demás?

por Juan Antonio Dom Mayo 05, 2013 12:45 am

¿Estoy loco yo o los locos son los demás?

Muchas veces me siento que he entrado
en un estado de locura y me pregunto!!!
En qué consiste la locura
(alteración profunda de las facultades mentales),
dónde está el límite, quién la sufre y quién la reprime.
Las múltiples metamorfosis de la locura
no se esconden ya en los tristes cajones de los armarios
ni en los zurcidos disimulados de los trajes,
sino que se pasean como tranquilos animales en equilibrio
por las cornisas de los edificios
y por las cabelleras que se odian caritativamente con el viento.
Mírate y dime: ¿Qué ves?...
crees que estas en estado de locura???
No te pido que me digas tu color de ojos,
ni cuantas arrugas tienen tus contornos,
no te pido que me digas el color de tu piel,
no te pido que me digas lo que pesas..
Sólo dime si eres tú,
si te reconoces cuando cierras los ojos y te miras,
si te has alejado tanto de lo que eres
que no recuerdas como eras en esencia,
si has usado tantos disfraces para fingir lo que no eres,
que ya no recuerdas ni lo que anhelabas ser,
o lo que pensabas podías llegar a ser...
respira hondo y ponte en contacto contigo,
si, sí, contigo,
con nadie más que contigo..
escucha todo lo que tiene que decirte tu corazón,
aunque para ello antes tengas que bucear entre tantas corazas.
lee lo que hablan tus manos,
y deja de fingir,
deja de engañarte,
nada es más triste que haber olvidado lo que eres en realidad,
pero ¿Sabes? Tengo una buena noticia para ti,
la esencia de lo que eres sigue en ti,
sólo de ti depende recuperar lo que nunca perdiste,
lo que siempre vivió en ti.
No me digas que es imposible,
yo me alejé años luz de mi esencia,
y aunque a veces retrocedo, a veces tropiezo,
siento que cada día soy más con mi esencia...
Aunque creo que pocas veces usé disfraces,
muchas veces enterré lo que soy en las profundidades de un infierno
dentro de un infierno.
Ahora quiero caminar descalzo, quiero abrir mi corazón,
y aunque me hagan…, que me hicieron daño muchas veces,
quiero seguir confiando,
en mi esencia, en lo que soy,
por que lo que soy es la única verdad que hay en mi,
en mi vida, en mi corazón...
Hoy cierro los ojos y me miro,
y me empiezo a reconocer en mis defectos,
imperfecciones y errores,
en mi corazón que es un sagrado templo de amor, del amor..
y pienso que los locos son los demás no yo!, La verdadera
locura quizá no
sea otra cosa que
la sabiduría misma que,
cansada de descubrir las
vergüenzas del mundo, ha
tomado la inteligente resolución
de volverse loca. Todos son locos,
pero el que analiza su locura, es llamado
Filósofo! Todos nacemos locos. Algunos continúan
así siempre, la verdad es que
Cuando un loco parece completamente sensato,
es ya el momento de ponerle el chaleco de fuerza.
De allí suelen saltar a algunas casas bautizadas
con el agua lustral de las negaciones de la memoria
o también a las oficinas y las plazas detenidas,
para amonestarlas por no andar flotando por el aire.

La locura se ha visto obligada a confundirse
con los hilvanes de los libros
y las caratuladas formalidades
de las rituales antilocuras.
¿Pero dónde está la diferencia
entre los amores que pasan y los amores que no pasan?
¿Y dónde está el pensamiento
que puede deslizarse igualmente
por la línea recta, la línea curva o la ausencia de todas las líneas?

Y aunque la locura nos salve a veces de nosotros mismos,
termina siempre por reducirnos a nosotros mismos,
aunque alguna vez,
en uno de sus saltos de gato que se aprieta la cola,
descubra y franquee su intención funambulesca
de empujarnos y acompañarnos
a las franjas sosegadas de los nuevos abismos.

Entonces comprendemos que ella es la cordura de otra parte
y también que no estamos tan completamente solos,
como nos afirman nuestras habitaciones tapizadas de discordias,
nuestros maestros especializados en ciénagas
y los huecos excavados en todas las cosas.

La milésima parte de estos reanimados animales de la locura
bastaría para poblar los cascabeles mudos
del desgastado tapiz del decrépito universo.
Pero como la ley apunta en su obcecación hacia otra parte,
estas huérfanas criaturas no tienen más remedio
que mirarnos cada vez más fijamente a los ojos
y hacernos buscar como a excéntricos geómetras empedernidos
las perpendiculares absurdas,
pero extrañamente válidas,
de todos los caminos abandonados.

Juan Antonio

por Melancolía Miér Jun 26, 2013 2:29 pm

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