Mi compromiso cristiano

Mi compromiso cristiano

La Iglesia no se hace cargo de la vida en sociedad bajo todos sus aspectos, sino con su competencia propia, que es la del anuncio de Cristo Redentor. « La misión propia que Cristo confió a su Iglesia no es de orden político, económico o social. El fin que le asignó es de orden religioso. Pero precisamente de esta misma misión religiosa derivan funciones, luces y energías que pueden servir para establecer y consolidar la comunidad humana según la ley divina ». Esto quiere decir que la Iglesia, con su doctrina social, no entra en cuestiones técnicas y no instituye ni propone sistemas o modelos de organización social, ello no corresponde a la misión que Cristo le ha confiado. La Iglesia tiene la competencia que le viene del Evangelio: del mensaje de liberación del hombre anunciado y testimoniado por el Hijo de Dios hecho hombre. (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia)
Juan
18,33-17: En aquel tiempo preguntó Pilato a Jesús: «¿Eres tú el rey de los judíos?» Jesús le contestó: «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?» Pilato le respondió: «¿Acaso soy yo judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?» Jesús le contestó: «Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuera de este mundo, mis seguidores habrían luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero no, mi Reino no es de aquí». Pilato le dijo: Conque ¿tú eres rey? Jesús le contestó:«Tú lo dices: soy Rey. Yo nací y vine al mundo para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz».
Mucho, a través de la historia, se le ha reclamado a la Iglesia porque no ha tenido un pronunciamiento netamente político que configure una posición mediatizada de su misión, en el sentido de apoyar a una u otra corriente política.
Otros, en contrario le reclaman, por su clara posición de defensa que ha tenido la Iglesia de la persona humana en todos sus facetas, el inmiscuirse en política, lo que evidencia un desconocimiento de la misión de la Iglesia y su atención del hombre dentro de la sociedad y como criatura suprema de la creación.
La Iglesia en este sentido afirma que su misión evangélica se enmarca en la comunicación de la palabra de Dios, la que evidentemente se le puede dar las lecturas que a bien tengan, pero no se puede, por ello, confundir su destacada acción en el mundo, siempre vista como una acción cuya manifestación es primariamente espiritual.
“La Iglesia tiene el derecho de ser para el hombre maestra de la verdad de fe; no sólo de la verdad del dogma, sino también de la verdad moral que brota de la misma naturaleza humana y del Evangelio” (Doctrina Social de la Iglesia)
Esta verdad, que pregona la Iglesia, le da al hombre las herramientas necesarias para la conquista por sí mismo de los bienes terrenales que le brinden calidad de vida, todo dentro del marco moral y el amor que nos debemos mutuamente los seres humanos.
Tengamos, por lo tanto, confianza en la Iglesia y su misión apostólica y evangélica y apoyémonos en el Evangelio para conquistar la libertad perdida, por los contrarios caminos que hemos deambulado por nuestra propia convicción y vocación.
Tengamos presentes que somos nosotros quienes d e c i d i m os, pues se nos enseña a caminar, se nos guía y se señalan senderos, sólo que nada puede hacer la Iglesia si nuestros pasos los encaminamos hacia la perdida de la libertad personal, sujetada por falsarios inspirados.
Yo los invito a escudriñar el Evangelio, el Catecismo de la Iglesia Católica y su Doctrina Social, como conjunto trinitario y que nos hará verdaderamente libres.

Dios nos siga bendiciendo
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Theo Corona