EL DOLOR QUE NO SE COMPARTE
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EL AMANECER DE LA POESIA DE EURIDICE CANOVA Y SABRA :: Poemas Contra el Maltrato y Violencia de Género
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EL DOLOR QUE NO SE COMPARTE
EL DOLOR QUE NO SE COMPARTE
Como las mujeres sabias de Alejandría
encontraste en la vida, sin querer,
las palabras que moldean
el rostro del tiempo y el dolor.
El arroyo del alma agota al alba
la certidumbre del recuerdo
para llenarte de angustia y desconsuelo.
Es la rueca del molino del silencio,
de lo que no se comparte y duele dentro,
lo que llama a la memoria perdida
y riega la soledad
de la que ama la tierra que ya no habita.
Ya no emerge en el cauce tu corazón
para beber el calvario de los días.
Te cortaron tus alas de Ícaro
con las que ansiabas volar
hacia la claridad.
Te cortaron tus manos
para escribir Libertad;
sellaron tus labios
para decir Verdad
Te fuiste de este infecundo regreso,
después de haber amado tanto,
inútilmente,
para apagar la lumbre de estos versos,
que son brasa y son fuego
que son llama y ya no son beso.
En tus ojos habita de repente la infertilidad,
lejos ya de la belleza y la luz que sembraste un día
como epopeya de lo sencillo,
de la mujer que buscó ser libre
en los surcos de los sueños,
JUAN CARLOS LÓPEZ
Como las mujeres sabias de Alejandría
encontraste en la vida, sin querer,
las palabras que moldean
el rostro del tiempo y el dolor.
El arroyo del alma agota al alba
la certidumbre del recuerdo
para llenarte de angustia y desconsuelo.
Es la rueca del molino del silencio,
de lo que no se comparte y duele dentro,
lo que llama a la memoria perdida
y riega la soledad
de la que ama la tierra que ya no habita.
Ya no emerge en el cauce tu corazón
para beber el calvario de los días.
Te cortaron tus alas de Ícaro
con las que ansiabas volar
hacia la claridad.
Te cortaron tus manos
para escribir Libertad;
sellaron tus labios
para decir Verdad
Te fuiste de este infecundo regreso,
después de haber amado tanto,
inútilmente,
para apagar la lumbre de estos versos,
que son brasa y son fuego
que son llama y ya no son beso.
En tus ojos habita de repente la infertilidad,
lejos ya de la belleza y la luz que sembraste un día
como epopeya de lo sencillo,
de la mujer que buscó ser libre
en los surcos de los sueños,
JUAN CARLOS LÓPEZ
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Rosko- Moderador Musical
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