LA MUCHACHA DE BUDAPEST
Página 1 de 1.
LA MUCHACHA DE BUDAPEST
LA MUCHACHA DE BUDAPEST
En la bruma tibia de un aliento de muchacha encontré mi lugar.
Allí me quedé y no me he movido.
Nada pesan sus brazos. Se está en ellos como en el agua.
Lo marchito desaparece ante ella. No hay sino sus ojos.
Altas yerbas bellas, altas bellas flores crecen en nuestro campo.
Cómo te apoyas ahora, obstáculo ligerísimo,
Cómo te apoyas sobre mi pecho, ahora que ya no eres.
Henri Michaux
En la bruma tibia de un aliento de muchacha encontré mi lugar.
Allí me quedé y no me he movido.
Nada pesan sus brazos. Se está en ellos como en el agua.
Lo marchito desaparece ante ella. No hay sino sus ojos.
Altas yerbas bellas, altas bellas flores crecen en nuestro campo.
Cómo te apoyas ahora, obstáculo ligerísimo,
Cómo te apoyas sobre mi pecho, ahora que ya no eres.
Henri Michaux
EGA- Escritora
- Cantidad de envíos : 683
Puntos : 45536
Fecha de inscripción : 19/12/2012
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.