CASACAS ROJAS

por Estrella Lun Feb 20, 2023 8:42 pm

Casacas rojas...

No se si te ha pasado aunque te apuesto que si eso de que tu quieres ir para un lado pero tu cuerpo quiere ir para el otro, tu no mandas, es el quien en realidad dispone demostrándote que tu voluntad o tus ganas nada son contra la naturaleza y los abusos que hayas hecho contra el, al final te demuestra que no tienes poder sobre el. Un día te sientes súper bien y al otro así como si nada sin ningún aviso, empieza una hemorragia, un dolor, un vértigo, nauseas, esa pinche punzada que no se va, cualquier cosa.

Hace algunos años mi cuerpo me jugó una broma muy pesada, un día me empezó una hemorragia que no se detenía con nada, un dolor en la parte inferior derecha de mi abdomen bastante profundo, constante, frío, al final y después de muchos estudios resulto que eran unos tumores del tipo submucoso alojados en las paredes del útero y la matriz, eran mas de ocho tumores que si lo pienso ahora eran diminutos, menos de dos centímetros de diámetro cada uno, los tumores de este tipo suelen estar prendidos pero colgantes, como pequeñas esferas navideñas solo que sin su brillo ni encanto, generalmente son benignos a menos que comiencen a dar dolor o sangrados (para mi suerte). Mi ginecólogo un hombre bastante mayor (65años), había sido de lo mas dulce y gentil conmigo, me había enseñado y explicado a grandes rasgos las diferencias entre los tipos de tumores que una mujer puede tener, me mostró una matriz que tenia encerrada en paredes de cristal sumergida en lo que yo creo que era formol, los curiosos tumores que yo tenia y me provocaban ese dolor que en ocasiones era tan intenso que me hacia doblarme en dos y me impedia ir a dar mis clases (extrañaba a mis niños). Estos endemoniados tumorcillos son muy luchadores, aunque se les remueva, tienden a salir de nuevo después de uno o dos años y eso se convierte en una lucha de nunca acabar, por lo mientras me tenían tomando Danazol, un derivado de la testosterona que no solo hizo que subiera yo de peso hasta los cien kilos, todo el tiempo tenia sed, me sentía cansada y me empezó a salir acne y vello donde antes no había nada, lo bueno es que me detuvo las terribles hemorragias y controló el tamaño de los tumores mientras me decidía por alguna de las dos opciones. Preservar la posibilidad de reproducción o terminar con el problema de quitar los tumores y en dos años volverlos a quitar y el que sigue y el que sigue. Sin mencionar la posibilidad de que ya existieran células cancerigenas multiplicándose. Había que hacer una biopsia.
Mis abuelos maternos y paternos murieron todos de cáncer es casi parte de la herencia familiar, de antemano siempre he sabido que algún día el muy cabron me hará sucumbir ante el, pero hoy no…hoy no. Recuerdo muy bien a mi padre tumbado en la cama con el cáncer invadiéndolo por todas partes, se le tenia que administrar morfina cada hora para esos dolores que lo hacían gritar, lo hacían gritar¡ a el, a un hombre tan fuerte y que yo pensaba indestructible, alguna vez mientras le cambiábamos las sabanas entre todos por que ya le era imposible levantarse y casi moverse de la cama, dijo en un segundo de lucidez –Que es ese olor? Que es eso que huele tan mal?. Era el, no se si te le has acercado a alguien con cáncer en fase terminal, ese olor a podredumbre (estoy conciente que la palabra es terrible pero, eso es) el cáncer que te esta devorando por dentro, quien lo haya olido no lo olvidara jamás.
Hay batallas a las que podremos presentarnos valerosos con el uniforme impecable y las botas relucientes, carabina en mano y esperando ver al enemigo de frente, mirarlo a los ojos mientras corremos a su encuentro y le disparamos, tenerlo tendido en el suelo ensangrentado y hundir en su pecho la punta de nuestra bayoneta pero…no siempre será así. Algunas veces el que estará tendido en el suelo boca arriba ahogándose y con la boca llena de sangre serás tu, con el pie derecho de tu enemigo sobre el pecho sin permitir que te pongas de pie o al menos haciéndotelo mas difícil, pocas de esas veces (esperemos no sean tan pocas si no muchas) podrás levantarte, sacudirte la casaca que ya ha perdido un par de botones de la mugre y sangre ajenos para ponerte de pie, erguirte con la frente bien en alto por que esta vez no han podido vencerte, esta vez tampoco.
Ojala todos hiciéramos caso de frases tan entupidas como –Cuídate mucho…(como si a uno se le ocurriera enfermarse a propósito).
Cuando mi hija tenia unos cuatro años y asistía al jardín de niños yo era la presidenta de la mesa directiva así que muy frecuentemente estaba yo envuelta en actividades de la escuela, un día le encargué a uno de los empleados que fuera a la farmacia del centro a surtir la lista para el botiquín principal de la dirección. Cuando mi niña salio de clases y fue a buscarme me pregunto que estaba yo haciendo así que le explique que ahí en esa “cajita” había medicamentos por si un niño se sentía mal o material para primeros auxilios en caso de que alguien se cayera o se provocara alguna herida. Unos días antes había yo leído en no se donde que a los niños menores de seis años no hay que administrarles aspirina-acido acetilsalicílico por aquello del síndrome de Regué. Así que seriamente le dije a mi Sam, procura nunca dejar que te den nada de medicina en la escuela aunque te sientas muy mal, si eso pasa me llamarán a mi celular y de inmediato vengo por ti para llevarte al medico. Mi hijita se me quedo viendo con extrema seriedad y me respondió –No te preocupes mami, te juro que haré todo lo posible por no enfermarme en la escuela…. (Ausch¡).
Estos últimos días han estado muy jodidos, dolor de cabeza, zumbido de oídos, manos dormidas, presión alta ( yo soy hipotensa) tuve que ir al hospital a que me pusieran suero y una inyección para bajarme la presión, tengo un corazón algo holgazán, así que una taquicardia y presión tan elevada eran inconvenientes. Hoy me siento mucho mejor, no como en las dos semanas anteriores, al menos nada me duele y eso ya es ganancia solo ando…como decirlo, lacia? Me siento cansada pero no tengo sueño, de hecho he dormido muy poco, pero esperemos que con el paso de los días se vaya acomodando esto y nos vayamos poniendo de pie, para sacudirnos la casaca y escupirle al enemigo que no nos derrotara esta vez…aun no.

Lilymeth Mena.