AZUL
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AZUL
Azul...
Cierro los ojos por que no puedo mas, por que no quiero poder mas, los parpados me pesan como ninguna otra cosa que haya yo tenido que cargar nunca, el latido de mi corazón es tan débil que no tarda en abandonarme, pego los labios y entonces tomo aire por ultima vez, ahora no estoy donde se supone que debo estar, permito que el peso de mi cuerpo me abandone, aquí tan solo queda lo que no perece, recostada boca abajo ya no distingo las colchas de mi cama, no hay cobijas, sabanas, no hay nada, debajo de mi tan solo agua, un mar tranquilo, quieto, dormido. Ya no se si soy o tan solo es mi energía que no puede transformarse o contenerse, la que no se disipa por que es lo que uno fue, no siento los brazos, las piernas, no puedo pestañear, me encuentro sumergida totalmente. Los rayos del sol que atraviesan la superficie iluminan en distintas tonalidades el color que me rodea, las luminosidades del entorno bailan lentamente, se mecen como velos de novia en el viento de abril, un silencio sordo es todo lo que escucho, no me es posible distinguir el fondo pero quiero descender hasta donde me sea posible, hasta donde el mar deje de ser azul, aquí ya nada importa, todo vale lo mismo, todo se mira igual.
Me siento ligera como hace tanto no me sentía, como tal vez nunca me sentí, no siento pena y ha desaparecido por completo ese dolor, me siento tan liviana que me dejo llevar, me abandono totalmente al ritmo del agua que me arrulla gentilmente y me conduce a donde quiere, a donde no se necesitan techos, paredes ni columnas altas por que nada hay que sostener, me siento disolver lentamente, como cuando se le ha jalado un hilo al suéter de la abuela y en lugar de coserlo y detenerlo ahí, jalas el hilo para ver como se desbarata lo tejido, lo que antes estuvo apretado ahora es libre y tu tiras y tiras de el entretenido por la maravilla de deshacer lo que ha hecho la mano del hombre, lo que va contra la naturaleza, lo que ve en contra de todo, incluso de ti. Asi que yo no me hago preguntas tontas como “Que hago aquí?” yo me dejo tirar del hilo suelo, me dejo ir a ningún lado por que ahora seré parte de todo y todo será parte de mi.
Siento como poco a poco cada pequeña parte mía que me formaba se desprende y se abandona también a la libertad que esta más allá de lo imaginable, de lo visible, del tacto, del aire, de ti, de mi. En brevísimo instante no ha quedado nada por que ahora soy el todo.
Aquí no hay nadie…solo yo.
Lilylmeth Mena
Cierro los ojos por que no puedo mas, por que no quiero poder mas, los parpados me pesan como ninguna otra cosa que haya yo tenido que cargar nunca, el latido de mi corazón es tan débil que no tarda en abandonarme, pego los labios y entonces tomo aire por ultima vez, ahora no estoy donde se supone que debo estar, permito que el peso de mi cuerpo me abandone, aquí tan solo queda lo que no perece, recostada boca abajo ya no distingo las colchas de mi cama, no hay cobijas, sabanas, no hay nada, debajo de mi tan solo agua, un mar tranquilo, quieto, dormido. Ya no se si soy o tan solo es mi energía que no puede transformarse o contenerse, la que no se disipa por que es lo que uno fue, no siento los brazos, las piernas, no puedo pestañear, me encuentro sumergida totalmente. Los rayos del sol que atraviesan la superficie iluminan en distintas tonalidades el color que me rodea, las luminosidades del entorno bailan lentamente, se mecen como velos de novia en el viento de abril, un silencio sordo es todo lo que escucho, no me es posible distinguir el fondo pero quiero descender hasta donde me sea posible, hasta donde el mar deje de ser azul, aquí ya nada importa, todo vale lo mismo, todo se mira igual.
Me siento ligera como hace tanto no me sentía, como tal vez nunca me sentí, no siento pena y ha desaparecido por completo ese dolor, me siento tan liviana que me dejo llevar, me abandono totalmente al ritmo del agua que me arrulla gentilmente y me conduce a donde quiere, a donde no se necesitan techos, paredes ni columnas altas por que nada hay que sostener, me siento disolver lentamente, como cuando se le ha jalado un hilo al suéter de la abuela y en lugar de coserlo y detenerlo ahí, jalas el hilo para ver como se desbarata lo tejido, lo que antes estuvo apretado ahora es libre y tu tiras y tiras de el entretenido por la maravilla de deshacer lo que ha hecho la mano del hombre, lo que va contra la naturaleza, lo que ve en contra de todo, incluso de ti. Asi que yo no me hago preguntas tontas como “Que hago aquí?” yo me dejo tirar del hilo suelo, me dejo ir a ningún lado por que ahora seré parte de todo y todo será parte de mi.
Siento como poco a poco cada pequeña parte mía que me formaba se desprende y se abandona también a la libertad que esta más allá de lo imaginable, de lo visible, del tacto, del aire, de ti, de mi. En brevísimo instante no ha quedado nada por que ahora soy el todo.
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