Hay una foto
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Hay una foto
Hay una foto en que estoy de espaldas a la cámara, subiendo una cuesta, sola, en el norte, donde con entusiasmo dejaba pachetas al borde del camino como diciendo aquí estuve, aquí volveré a dejar otra huella. El camino es ascendente y estoy sola, respiro el aire de la montaña a borbotones y sigo adelante, detrás queda el pasado y yo avanzo sola y con el corazón acelerado por el esfuerzo. No sé que me depara el futuro, sé que dejo atrás muchas cosas y me angustia una sensación de pérdida. Es como un mal sueño que pretende ser optimista y no puede. No dejo migajas de pan para que me encuentren pero no pierdo la esperanza de la búsqueda. Nada sucede. Sólo ese camino interminable y yo andando sin equipaje. Seguramente he dejado las mochilas en el camino. Ser en la vida romero/romero solo que cruza siempre por caminos nuevos/ y yo intento seguir al pie de la letra estos versos. Difícil desprender los recuerdos, los afectos, lo dado y recibido en esos intercambios complejos del amor. Hay una foto en que estoy de espaldas a la cámara. He decidido seguir adelante, dejar el lastre, quemar las naves, avanzar.
Que no hagan callo las cosas / ni el alma ni en el cuerpo/ Pasar por todo una vez/ una vez sólo y ligero.
Difícil decisión la de romper con la hipocresía, las buenas costumbres, las palabras amables y vacías. En medio de esta orfandad siento que a veces la vida no retribuye nuestros esfuerzos, que no se cosecha lo que se siembra, que la indiferencia es la moneda de cambio.
Por eso doy la espalda, que el ayer salde sus cuentas a su antojo, sólo existe el presente y no sirve detenerse y sentir pena por lo perdido.
Hay un rostro frente a la cámara que sonríe, no es el mío, yo estoy de espaldas, tratando de seguir, la vida no se detiene y es tan corta. El flash sólo muestra una parte de la realidad, luego ese rostro que sonríe seguirá también su camino, que no necesariamente será el de mis pasos, quizás ambas sigamos en distintas direcciones y no volvamos a encontrarnos. Quedarán las pachetas en el camino, señalando que estuvimos allí, que fue un encuentro feliz, que nos alegramos por un rato, y volveremos a dejar huellas en tantos caminos.
Ese vacío que dejan los que nos han abandonado, los que hemos dejado ir, se llenará con otros seres, nuestro corazón es una casa de puertas abiertas, de ventanas donde se asoman los otros, miran el paisaje por un instante, hacen click y posan para la foto, sonrientes, despreocupados y luego se dejan abatir por la más leve brisa y se marchan. Pero otros vuelven a asomarse.
Las puertas a veces se cierran, el espacio se estrecha ante cualquier desprecio, no sabe el corazón sobre desplantes, se encoge ante el primer maltrato y sólo el amor incondicional hace que vuelva a abrirse como una mano que se tiende o una flor que abre sus pétalos a la más leve caricia del sol. Que no se acostumbre el pie a pisar el mismo suelo…..
Nada es eterno en las relaciones humanas, todo cambio trae aparejada la magia de nuevos encuentros, o nos sorprende renovados y limpios para volver a entregarnos a viejos amores, no se sabe cuáles son los misterios que nos unen o nos separan de pronto, un rayo cae en medio del paisaje o en medio de nuestro corazón o al borde del camino y deja sólo un páramo desierto allí donde hubo flores y árboles y arroyos. Entonces otra vez a sembrar en el desierto, otra vez a subir la cuesta sin mirar atrás, otra vez a recoger la siembra. Armar nuestra pacheta con las piedras que vamos encontrando, con los restos que la naturaleza deja abandonados para nosotros como secretos signos que nos indican algún nuevo sortilegio.
Adriana Agrelo
Que no hagan callo las cosas / ni el alma ni en el cuerpo/ Pasar por todo una vez/ una vez sólo y ligero.
Difícil decisión la de romper con la hipocresía, las buenas costumbres, las palabras amables y vacías. En medio de esta orfandad siento que a veces la vida no retribuye nuestros esfuerzos, que no se cosecha lo que se siembra, que la indiferencia es la moneda de cambio.
Por eso doy la espalda, que el ayer salde sus cuentas a su antojo, sólo existe el presente y no sirve detenerse y sentir pena por lo perdido.
Hay un rostro frente a la cámara que sonríe, no es el mío, yo estoy de espaldas, tratando de seguir, la vida no se detiene y es tan corta. El flash sólo muestra una parte de la realidad, luego ese rostro que sonríe seguirá también su camino, que no necesariamente será el de mis pasos, quizás ambas sigamos en distintas direcciones y no volvamos a encontrarnos. Quedarán las pachetas en el camino, señalando que estuvimos allí, que fue un encuentro feliz, que nos alegramos por un rato, y volveremos a dejar huellas en tantos caminos.
Ese vacío que dejan los que nos han abandonado, los que hemos dejado ir, se llenará con otros seres, nuestro corazón es una casa de puertas abiertas, de ventanas donde se asoman los otros, miran el paisaje por un instante, hacen click y posan para la foto, sonrientes, despreocupados y luego se dejan abatir por la más leve brisa y se marchan. Pero otros vuelven a asomarse.
Las puertas a veces se cierran, el espacio se estrecha ante cualquier desprecio, no sabe el corazón sobre desplantes, se encoge ante el primer maltrato y sólo el amor incondicional hace que vuelva a abrirse como una mano que se tiende o una flor que abre sus pétalos a la más leve caricia del sol. Que no se acostumbre el pie a pisar el mismo suelo…..
Nada es eterno en las relaciones humanas, todo cambio trae aparejada la magia de nuevos encuentros, o nos sorprende renovados y limpios para volver a entregarnos a viejos amores, no se sabe cuáles son los misterios que nos unen o nos separan de pronto, un rayo cae en medio del paisaje o en medio de nuestro corazón o al borde del camino y deja sólo un páramo desierto allí donde hubo flores y árboles y arroyos. Entonces otra vez a sembrar en el desierto, otra vez a subir la cuesta sin mirar atrás, otra vez a recoger la siembra. Armar nuestra pacheta con las piedras que vamos encontrando, con los restos que la naturaleza deja abandonados para nosotros como secretos signos que nos indican algún nuevo sortilegio.
Adriana Agrelo
Hipólita- Cantidad de envíos : 215
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Fecha de inscripción : 28/06/2013
Re: Hay una foto
Como moderador suplente seré breve .Un placer leer este escrito., gracias por aportar material al foro saludos.
Roque- Poeta especial
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Fecha de inscripción : 19/09/2021
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