Ayer, hoy y mañana

Ayer, hoy y mañana

Un año que se va
¿Una vida que renace?
En la piel, en la mirada, en experiencia
un deseo que se adviene al infinible curso,
con ganas de transitar un nuevo ¡vamos!
y ese dimanar trasmutando cada ensueño
………o quizá, el continuismo sin sorpresa,
encapsulado en un algo sin presencia
o ese palpitar a todo ritmo,
diferente de alcance y eufonía..

Un año de queda
¿Una vida que se aleja?
La ganancia, la pérdida, el descontento
fijan su valor inmutable en la conciencia,
una razón que da por sentado lo existido,
con sabor de hojarasca envuelta en sueño
………o tal vez, el logro de aquello que une
las astillas de ese espejo derramadas
en su indiviso cuadro de luz,
reflejando su anhelada imagen.

Un año que vendrá
¿Una vida imprevisible?
En el ideal, en fortuna, en el tormento,
abundoso interrogante de lábil sapiencia
que formula un sino cierto y condenable,
sola moción de aprehensiones escondidas
………o sacudiendo el envoltorio que niega
la inmensa voluntad sin más reparos
que la voz en trascendencia
esculpida a manera de epitafio.