NÁUFRAGO.

Encuéntrame, Calíope,
encuéntrame,
al filo del acantilado
allí donde se pierde
el hombre ensimismado
devuélveme el don,
el talento, la ilusión
robados por el canto de la sirena;

cúrame está pena
esta nostalgia de la tarde
dime que aún arde
algún fuego interior

me libré del monstruo marino
y de las garras del vino
aquí frente al abismo
no me libro de mi mismo

¿Por qué toda epopeya
debe ser por ella
la que sólo tú viste
y que quizás no existe?

¡Basta ya Calíope!
tal vez soy sólo un miope
que no ve más allá
de sus narices
momentos felices
no soy poeta
ni profeta
un simple mortal
que lo resuelve mal.
Cupido perverso
me robó el verso
nado en el inmenso mar
soy náufrago del verbo amar.

Julio Valencia.

Magnífico aporte, gracias por compartirlo.
Cariños.