EL TIPI ROJO

por jose francisco t.g. Miér Mayo 27, 2020 9:39 pm

EL TIPI ROJO

Inspirado ayer por mi amiga Pluma-azul, que siempre me animó,
tras la lectura de sus fantásticas letras, el intentar volar en la
Gran Pradera.

EL TIPI ROJO Campa

Este cuento, es fiel tradución de otro recogido sobre la piel seca de un bisonte en la tienda de un anticuario canadiense y que escribió... tal vez, Pluma-azul.
Más o menos, dice así:

Zorro-gris, despertó sobresaltado y se extrañó del color violáceo que reinaba en su tipi.. y... que raros! resultaban los enseres en ese ambiente que los invadía. Comenzó a retornar al sueño, pues confiaba de la luz y ella decía claro lo temprano. Pero el rumor del agua, era nuevo. Era de agua!... como una suave onda calzando el musgo. La curiosidad le llevó a descorrer (y también esa luz de color malva); la apertura de su tipi, su sorpresa fue... ¡como la del venado ante la flecha!. ¡Faltaba la otra mitad de la pradera!.

Cerró hacia la penumbra con esa sensación que alguna vez lo inundó cuando buscaba en la oscuridad el perímetro del tipi; estirando brazos como antenas de un insecto para tentar en las sombras alguna referencia, cualquier contacto conocido que orientara...
¡Así fue!... El mirar que la mitad de la pradera era un mar bañado de tenue oleaje… mientras pensaba:
que... si habría llegado ayer; que... si esta fue primera noche de acampada... NO! Que lo recordaba bien!. (Encendimos ya aquí doce hogueras!) Y volvió a mirar incrédulo...

Pero.. ¡si ahí!, ¡justo enfrente!, había estado con su amiga Pluma-azul cenando en la tienda roja de su padre... y desde allí, pudo ver aquí su propio tipi y las ascua del fuego que había dejado para mantener el suelo caliente...
Salió apresurado...
Zorro-gris voló para llamar a su primo Rayo-de-luz que de siempre levantaba, cercana a la suya, la tienda de piel de bisonte.

Rayo-de-luz salió sobresaltado del sueño, portando arco y flechas, ante la angustia que sintió en la voz de su pariente y amigo. Se calmó al verle en aparente buen estado y no tuvo tiempo a abrir la boca ante el torrente de preguntas que le hacía.
-¿Qué ha pasado, Rayo-de-luz?, estuve enfermo?,... (y mil cuestiones que posaron el pensativo sobre su rostro, imaginando que Zorro-gris había enloquecido)... Como ha venido ese agua?... Donde está la tienda roja?

Al fin pudo hablar Rayo-de-luz.
-Llevamos doce días acampados a la orilla del lago y tú elegiste el sitio. No recuerdas! Zorro-gris. ¿Que te sucede primo mío?

Zorro-gris le explicó lo sucedido en la noche anterior:
“Estuve cenando con Pluma-Azul y su padre... aquí” y fue corriendo hacia la orilla del agua señalando justo su borde. En tanto asomó a su puerta Pies-pequeños, la mujer embarazada de su primo y muy próxima a parir; que escucho detenidamente lo que su marido le dijo muy cercano a un sólo oído.

Habló Pies-pequeños:
- Ayer nos acompañaste a cenar en nuestro tipi. Ven... mira! Zorro-gris. Aquí estuviste sentado y hablamos de que tendremos que caminar muchas lunas para encontrar al pueblo... pues saldremos tarde. Te agradecimos el que demoraras también tu salida, que faltan pocos días para que nazca nuestro hijo. ¿Recuerdas que en ese agradecimiento, te rogamos que aceptaras el elegir el nombre de nuestro hijo antes de partir en el largo viaje hacia el norte?...
Después se rió y prosiguió Pies-pequeños:
Tu has tenido un sueño que te envió algún manitú. Mira esta alfombra de mi familia... aquí hay una tienda roja, bordeada de plumas azules. Sobre ella descansabas durante la cena.

Zorro-gris tomó la alfombre y tocó las plumas azules, preguntando: “De que pájaro son estas plumas...?”

No te podré decir, contestó Pies-pequeños, era alfombra de mi madre y antes, de su abuela... que tampoco supo nunca decir.

Zorro-gris salio de la tienda medio revuelto y para tratar de ir entrando en memoria, después de pedirles disculpas por despertarlos tan temprano, se acerco al borde del agua... se volvió para mirar su tipi desde el mismo lugar del sueño en el que estuvo... Al retomar con la mirada hacia el agua. Tenia delante la tienda roja! y a Pluma-azul! que le decía:

- !Zorro-gris! Donde has estado?, OH mi querido Zorro-gris.. Creí que no volvería a verte nunca ya. Entra! Recuerdas la tienda de mi padre?...y mira!, todavía guardo la pluma que me bajaste del cielo….

- Ayúdame! Pluma-Azul!..., ayúdame a recordar… que no se donde dormí.

Y rememoró Pluma-azul:
- Hace tantas lunas que te has ido desde que corríamos juntos a quien cazaba a quien primero....Tú flecha era más certera que la mía pero mi oído era mas agudo que tu mirada. Antes que tu cazaras un castor, yo había cazado primero el agua.
¿Recuerdas que nos castigó mi padre?, pues yo confiaba en tu ojos, tanto como tu en la flecha… Tanto que extendía mi mano para acariciarla cuando pasaba.. así fuimos castigados... Me apartó de tu vida y te expulsó de la Gran Pradera. Dijo que dos almas tan imprudentes nunca vivirán juntas para evitar su sufrimiento.
Mi única esperanza en la gran tristeza... fueron sus palabras cuando dijo que ya nunca te vería más que un día.. Que alegría! Zorro-Gris el verte en esta hora en que me siento nacer, salgamos de nuevo a la pradera que brilla luna tan grande... que hasta pastan los bisontes...

Salieron juntos dejando la tienda roja en medio de la Gran Pradera, y se perdieron en su leyenda (pues esta parte del escrito, ha sido como borrada de la piel por la lluvia y el tiempo… a continuación sigue)

A la mañana, cuando Rayo-de-luz y Pies-pequeños, preparaban los enseres para el viaje, hablaron de la rara desaparición de Zorro-gris. Acordaron dejar parte de sus provisiones en la tienda de su amigo, por si volvía...
Cuando salieron del tipi, Pies-pequeños y la nueva niña colgada a su espalda, recibió una gran sorpresa y dolor y exclamo OH!... Al momento, salió también Rayo-de-luz.
A la puerta estaba el cuerpo muerto de Zorro-gris con un brazo avanzado hacia el tipi de cuya puño brotaba una hermosa pluma azul.

Sigue la leyenda, que enterraron a Zorro-gris en el centro de su tipi. Que desenterraron junto al agua al otro niño gemelo que había nacido muerto, para que Zorro-gris lo llevara a buscarle más allá un nombre. Que marcaron la puerta con dos maderas cruzadas sobre las que ataron la alfombra de la tienda roja.

Sigue también la leyenda, diciendo que a la niña le pusieron de nombre Pluma-azul pensando que sería el nombre que para ella eligió Zorro-gris y que se fueron en busca de los bisontes con aquella pluma, que pasando el tiempo lució siempre aquella niña en su tocado… Y que aquella niña Pluma-azul tuvo un oído muy agudo en recoger todas las historias de su pueblo y dejarlas escritas sobre el cuero de los búfalos ya muertos.

de Jose francisco para Pluma-azul (en el día de la noche corta)

por sabra Sáb Jun 06, 2020 9:18 am

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