Ah! Cuantas ganas tengo de ti.

CUANTAS GANAS TENGO.


Con un leve movimiento de mi rostro acerque mis labios
a los tuyos. ¡Ah! Cuanta virilidad emana de tu cuerpo.
Cuanta sed tengo de ti, cuantas ganas tengo
de envolverme en tu abrazo y sentir el arrebato
del instinto que en ti va naciendo.

Cuantas ganas tengo de que tus manos se entrelacen
a mi cintura, codiciosas, con ese brío salvaje, con
ese afán de acariciarme de norte a sur y a mis costados.

¡Ah! Cuantas ganas tengo de que tus manos a voluntad,
ligeras como alas resbalen en mis montañas, en mi planicie, que se adentren en mi valle y me prodiguen en tropel tus caricias
adosandolas a mi vértice, no te restrinjas que esta noche
es nuestra, mi piel ya tiembla castigando mi deseo.

¡Ah! Cuantas ganas tengo de ti.


INDITA.
(Guadalupe Ortiz B.
Derechos Reservados.