LAOCOONTE-El Greco

por EURIDICE CANOVA Lun Mar 18, 2013 4:43 am

Título de la Obra:Laocoonte
Autor: El Greco
Periodo: Renacimiento
Fecha:1608-14
Museo:National Gallery (Washington)
Características:137.5 x 172.5 cm.
Material: Óleo sobre lienzo
Estilo:Manierismo

En la mitología griega Laocoonte era el sacerdote de Apolo Timbreo en Troya. Como relata Homero, después que los sitiadores Aqueos simularon su retirada, los troyanos hallaron el famoso caballo de Troya en las puertas llión. Laocoonte al ver el caballo pronuncia la famosa frase. “Desconfió de los griegos incluso cuando traen regalos”. Con estas palabras Laocoonte alertaba a los suyos que dentro del caballo podía haber tropas Aqueas y sugirió quemarlo. Pero los troyanos se burlaron de él.
Laocoonte convencido de lo que decía intentó por si solo quemar al caballo, pero dos serpientes emergieron de las aguas y devoraron a sus hijos. Perplejo se lanzó a luchar contra las serpientes pero él también fue devorado. Ante semejante tragedia en todas las mentes surgió el mismo pensamiento: Laocoonte había muerto por oponerse a la aceptación del presente. Había sido impío y en su muerte recibía el castigo: un motivo más para aceptar el regalo.
Caía la noche cuando el majestuoso caballo entró al interior de las murallas, llevando consigo la destrucción de la ciudad.

El Greco se sintió atraído por la historia de Laocoonte, no solo se limitó a leer la Ilíada de Homero o la Eneida de Virgilio, también leyó los Actinos de Tales. Después de estudiar el personaje pintó este único cuadro de tema mitológico. Le dedicó la pintura a su amigo Bartolomé Carranza, arzobispo de la ciudad que había sido destituido y condenado por la inquisición.

Si observamos en detalle la pintura se puede ver un caballo avanzando hacia las puertas de Toledo. El Equino es el símbolo ideado por Odiseo para engañar a los Troyanos. El cielo y la tonalidad del color entre las nubes es un indicador de malos presagios.

A la derecha vemos una pareja misteriosa de la cual los críticos de arte han hablado mucho sin ponerse de acuerdo. Algunos dicen que son Apolo y Atenea, dioses que descendieron del olimpo para presenciar y ser testigos del juicio a Laocoonte y otros ven a la pareja como símbolo de la humanidad y ellos serían Adán y Eva.
La pareja mira con indiferencia la escena y la mujer parece tener dos cabezas, una de las cuales mira hacia el exterior de la pintura. Los pies de la pareja se ven como retorcidos al punto de no parecer pies con su morfología realista como se los pintaba en la época renacentista.

Al hijo de Laocoonte se lo observa con los brazos extendidos por detrás de su torso. Sostiene con sus manos el cuerpo de una víbora que en principio forma una parábola para terminar posteriormente en un círculo. El muchacho luchando contra la serpiente crea una fuerte tensión física y nos mantiene en suspenso porque no podemos saber si el joven terminará muerto como su hermano.
Alrededor del brazo estirado del muchacho hay una ancha franja negra que carece de significado espacial que enfatiza la rigidez del brazo y el desesperado esfuerzo del joven. Las líneas fluyen en los otros personajes pero no tan marcadas como en el joven.

El círculo también encierra la ciudad de Toledo, el resto de la ciudad que queda fuera del círculo representa a Troya. La asociación entre Toledo y Troya es innegable.

La postura del hijo de Laocoonte tiene un significado en la obra del Greco. El cuerpo arqueado del joven, la expresión de su rostro y sus brazos extendidos que se aferran a la serpiente es para alejar al ofidio y así evitar su mordedura. El cuerpo de la víbora traza un círculo a punto de cerrarse. Esto ocurrirá cuando los colmillos envenenados del ofidio muerdan el cuerpo del joven. En la parte central de la pintura se observa a su padre Laocoonte a punto de ser mordido por la serpiente y a su hermano menor que yace muertos sobre la hojarasca.

La cabeza angustiante de Laocoonte es un ejemplo de pinceladas ligeras, rápidas y leves características del artista.
El Greco pinto cuerpos alargados, ondulantes de formas sinuosas. La totalidad del cuadro esta penetrado por un clima de angustia. Menos Toledo, todo lo demás es contraste, líneas entrecortadas, reflejos luminosos.

Bibliografía personal de Eurídice Canova.

por EURIDICE CANOVA Lun Mar 18, 2013 4:46 am

por sabra Sáb Nov 08, 2014 8:59 am

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