NI EL CIELO, NI EL INFIERNO.

NI EL CIELO, NI EL INFIERNO.

No te has ganado el cielo, ni el infierno
el destino te consagró a la agonía del destierro.
Cada peldaño son los errores del pasado
ilusiones rotas en complicidad con el tiempo
sueños perdidos entre nubarrones de invierno
deslealtad camuflada sin envés y sin reverso
la confianza vulnerada,herida hasta los cimientos.

El corazón destrozado sin querer latir de nuevo
el descenso anunciado ha desgarrando la piel
la crueldad del egoísmo es semilla por doquier
ni siquiera las flores simbolizan la inocencia
ni el vestido blanco ya es sinónimo de pureza.
¿Qué se siente ser parte de la naturaleza muerta?
¿Qué se siente haber dejado ir el gran amor?

EURIDICE CANOVA
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