LA HORA DEL AMOR
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LA HORA DEL AMOR
LA HORA DEL AMOR
Detenga ya la estrella su trajinar errante
sobre la humilde cueva en donde el niño nace.
Que la bondad del Padre se manifiesta ahora
tan infinitamente en un botón de rosa.
Apéense los reyes de sus cabalgaduras
y tórnese la nieve en cálidas espumas.
Llegó la luz al mundo como una sinfonía
y llegan los pastores también a toda prisa.
Descuélguense del cielo los ángeles felices
y pulsen suavemente sus místicos violines.
Llegó la luz al mundo, las sombras han huido.
La Virgen se desvive por arrullar al niño.
José se desespera cuando lo ve temblar
y el niño le sonríe surtiéndolo de paz.
Hasta la guiña un ojo como si le expresara:
"papá" no te preocupes. Aquí no pasa nada."
Afuera mientras tanto los tiernos corderillos
retozan en festivos y redoblados brincos.
Por fin llegó la hora de la misericordia.
Se escuchan ya los cantos seráficos de gloria.
Los cielos se deshacen en plumas que descienden
como gaviotas lánguidas que ya volar no quieren.
Feliz porque has creído cuanto te fue anunciado
¡Oh virgen, madre, cúbrenos también bajo tu manto!
Heriberto Bravo Bravo SS.CC
Detenga ya la estrella su trajinar errante
sobre la humilde cueva en donde el niño nace.
Que la bondad del Padre se manifiesta ahora
tan infinitamente en un botón de rosa.
Apéense los reyes de sus cabalgaduras
y tórnese la nieve en cálidas espumas.
Llegó la luz al mundo como una sinfonía
y llegan los pastores también a toda prisa.
Descuélguense del cielo los ángeles felices
y pulsen suavemente sus místicos violines.
Llegó la luz al mundo, las sombras han huido.
La Virgen se desvive por arrullar al niño.
José se desespera cuando lo ve temblar
y el niño le sonríe surtiéndolo de paz.
Hasta la guiña un ojo como si le expresara:
"papá" no te preocupes. Aquí no pasa nada."
Afuera mientras tanto los tiernos corderillos
retozan en festivos y redoblados brincos.
Por fin llegó la hora de la misericordia.
Se escuchan ya los cantos seráficos de gloria.
Los cielos se deshacen en plumas que descienden
como gaviotas lánguidas que ya volar no quieren.
Feliz porque has creído cuanto te fue anunciado
¡Oh virgen, madre, cúbrenos también bajo tu manto!
Heriberto Bravo Bravo SS.CC
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Fecha de inscripción : 24/03/2015
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Re: LA HORA DEL AMOR
Hermoso poema Heriberto, acerca del nacimiento de nuestro dulce Redentor. Un cordial saludo.
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