El Agujero Negro de Calcuta. Hechos

El Agujero Negro de Calcuta. Hechos

Según la narración de John Zephaniah Holwell que hizo de estos acontecimientos, los 146 supervivientes británicos fueron encerrados esa noche en un pequeño calabozo que la Compañía destinaba a los delincuentes menores, calabozo que, por su insalubridad, era conocido popularmente como el Agujero Negro.

La celda, abierta al exterior por dos ventanucos, medía apenas 5,5 metros de largo por 4,5 de ancho. A la mañana siguiente (siempre según el relato de Holwell) sólo quedaban con vida veintitrés prisioneros. Los demás habían muerto en el transcurso de la tórrida noche india, asfixiados por la irrespirable atmósfera del calabozo.

Los cadáveres fueron sepultados en una fosa común de las cercanías y la mayoría de los supervivientes quedó en libertad.

La toma del Fuerte William desencadenó una durísima represión británica en Bengala. En enero de 1757 las tropas inglesas al mando de Robert Clive, gobernador de Madrás, tomaron Calcuta tras derrotar al nawab en la batalla de Plassey.

La victoria británica tuvo como consecuencia la desaparición del principado musulmán de Bengala y la efectiva dominación territorial británica sobre la región.

Ello abrió las puertas del interior de la India a la penetración británica. Una vez finalizada la Guerra de los Siete Años a favor de los británicos en 1763, éstos iniciaron una sistemática conquista territorial de la India.

Por el Tratado de Benarés de ese año Bengala quedó incorporada a la administración imperial británica, gestionada por la Compañía. De esta forma la penetración comercial europea iniciada en el siglo XV se convirtió en una ocupación colonial en toda regla, que puso los cimientos del Imperio británico en India.

John Z.Holwell ordenó levantar un monumento conmemorativo a los muertos del Agujero Negro y otro tanto hizo en 1902 el virrey Lord Curzon. Ambos monumentos han desaparecido en la actualidad, pero la antigua ubicación del llamado Agujero Negro de Calcuta está señalada por una lápida de mármol negro junto a la Oficina Central de Correos de la ciudad.

Este incidente fue magnificado por el idealismo imperialista británico gracias a los escritos patrióticos de Holwell, quien lo presentó como una muestra del heroísmo británico y de la proverbial crueldad asiática.

Diversos estudios posteriores han puesto en entredicho la veracidad del relato de Holwell e incluso su credibilidad como testigo de los acontecimientos.

Un estudio de 1959 llevado a cabo por Brijen Gupta puso de manifiesto que el incidente del Agujero Negro tuvo, en efecto, lugar, pero redujo el número de los británicos encerrados en el insalubre calabozo a 64 y, el de supervivientes, a 21.


Victoria Horrilllo Ledesma