MÓJAME CON TU ORGASMO

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MÓJAME CON TU ORGASMO


Me urge sepas que estás hoy suave
que te brota la miel por tus poros,
que mi sentir es de posesión...
de propiedad a tus encantos.

De una sublime posesión que es
para ti agradable, de la sublime
y hermosa pertenencia en el amor
en el jugar real de nuestras ganas.

Es tu entrega una hermosa petición
de lo que necesita tu cuerpo,
mi posesión es la de entregarte
mi voluntad a tus deseos ardientes.

La cadencia que juega con tus partes
que excita poco a poco tu calor,
que sientes que sube desde tus pies
hasta el tobillo, a la rodilla fuerte.

Pero que te desvanece la ansiedad,
te derrite la duda de lo que vendrá
y que sabes que será, sabes tu
que te llegara en oleadas calientes...

Llega a tus muslos esa paridad
de amor y deseo, sin remedio se
introduce entre tus sedosas ingles
y se entibia junto a tus vellosidades.

Ya esta allí, hermosa y apetitosa mujer
ya esta contigo y muy cerca la hora
en que te veas colmada de humedades
entre tus pliegues sexuales, aromáticos.

Siente como mí pene crece, hasta se regocija
en cada embate, que te excita y premia
con el dolor de lo que llegara pero que
no llega, que deseas que dure y dure...

Que la tortura de ese extrañarlo y desearlo
se prolongue hasta el delirio, que
tu calor excite mi parte desaparecida en tu
interior que guerrea por reclamar lo suyo.

Ya el calorcito te está invadiendo tu punto
y banderas rojas, la livido se hace necesaria
para saborear la miel que estará preñando
tu interior, tu mente, tus órganos internos.

Es amor, es delirio que se enfrasca en lo
intimo, en lo organico, en lo sensual, que
no para y que te trasforma en un ente
que consume a su pareja, desea secarlo.

Ahora deslizo esa arma letal para tus ganas
entre tus labios húmedos, entre los grandes
y los pequeños, deseo salga de ti una marea
que me envuelva con su calor y abundancia.

Deseo que tu interior a hora se convierta
en mía, que derrames una y otra vez
tus ansias, que la suavidad de lo que veo
por detrás, me reclame como suyo...

Mójame amor, mójame las ganas que tengo
en mi piel de ti, avasállame sin exigencia,
tenme por tuyo sin que sea un esclavo de ti
y se mía, para darte yo a ti como tuyo.

Tus bramantes alaridos, acallados por la tela
de tus sabanas, de tu almohada, de tus manos
de tus puños cripados por el paroxismo
de mi elocuente poseerte, del ir y venir.

Desenvainate de mí viridad, tómala de nuevo
y humedece mis sueños con tu savia,
saca de mí esta ansia fructífera probada,
combinemos nuestros devenires y descansemos...


MAURICIO MUNGUIA
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