EL PÁJARO TRAMPOSO

EL PÁJARO TRAMPOSO

Como biólogo durante años he leído sobre las relaciones ínter e intraespecificas entre los animales e incluso saque mis conclusiones mediante varias observaciones que hice en su momento. A veces se correspondían con lo leído en los libros y otras conclusiones la saqué mediante la observación.

Este año, como todos los años, me encuentro veraneando en el bosque donde tengo la suerte de apreciar el comportamiento de las aves.

Generalmente las observo con mis binoculares para deleitarme con su vuelo y otras veces las alimento para observarlas de cerca cuando me lo permiten, sobre todo las aves de rapiña. A veces con suerte se da la interacción y otras veces no tengo tanta suerte.

Desde distintos ángulos de mi casa del bosque puedo ver las Gaviotas volando sobre el mar, otras aves en los lagos artificiales que están cerca del mar  y por supuesto veo las aves características del bosque.

Con el turismo las aves suelen refugiarse en los lugares alejadas del bullicio y de esa forma se preservan de ser cazadas o molestadas.  Los búhos son los que mas sufren la estupidez humana, con la tonta idea de que traen mala suerte siempre existen inadaptados que los matan.

Fuera del bosque siempre vi a los Teros cerca de las lagunas y las Gaviotas en el mar, los Gavilanes en el bosque y así podría nombrar a cientos de aves, como los Loros que por la tarde irrumpen en un viejo níspero devorando sus frutos.

Es como si la naturaleza hubiese puesto a cada ave en su lugar y desde allí no se mueven; como tampoco se molestan entre sí.

Durante años todo funcionó así hasta que este año llegué al bosque y me llamó la atención ver a grupos de Teros instalados en el bosque . Siempre los vi cerca de los lagos artificiales y jamás me imaginé ver a los Teros viviendo en el bosque, sobre todo con la cantidad de perros cimarrones que hay.
Si bien los Teros son aves tranquilas e inofensivas; se ponen nerviosas cuando se sienten amenazadas, ya que son padres formidables a la hora de cuidar sus nidos.

Cuando los Teros se sienten atacados abren sus alas a modo de advertencia y muestran sus espolones (que son como dos ganchos duros que utilizan para defenderse) para alejar al o los intrusos.

Cuando los vi en su nuevo hábitat me dije-Se acabó la paz en el bosque- y no me equivoqué, los Teros defienden el territorio con gritos estridentes, de hechos tales decibeles no son aptos para el oído humano y menos si se viene escapando de la contaminación sonora de la gran ciudad.

Conozco muy bien a los Teros, de hecho tuve uno en cautiverio durante ocho años, pero eso es otra historia.

Ya instalado en el bosque observo el griterío constante entre Teros y Gavilanes. El invadido no soporta al invasor y viceversa.

Los Gavilanes son pequeñas aves de rapiña, que alimenté en mis veranos con carne picada para poder observarlas de cerca.  La gente le tiene miedo, pero nunca vi a un Gavilán lastimar a un ser humano, al contrario; los Gavilanes huyen de los seres humanos por temor a ser lastimados y yo tuve la suerte de alimentarlos ganándome su confianza.

El tema es que mis siestas son interrumpidas por el grito de Teros y Gavilanes peleando constantemente, es como que no solo se disputan el territorio ,sino también el espacio aéreo.

Los Gavilanes buscan carroña y no atacan a los Teros, pero donde están los Teros está la carroña, porque justo donde se instalaron los Teros siempre fue territorio de los Gavilanes.
En ese lugar se tira la basura del bosque y más de una vez veo a los Gavilanes destrozando con sus picos las bolsas de plástico para sacar algún hueso y dejarlo limpito.

Los Teros no comen de esa basura, no tienen agua cerca ;así que no entiendo porque eligieron el lugar equivocado para poner sus nidos.
Hasta ahora la pelea es aérea y no vi a ninguno que salga lastimado, pero en la pelea se metió  un tercero en discordia; un pájaro Benteveo que parece el más débil del bosque , por su porte, pero a mi entender es el mas inteligente o el mas tramposo o tal vez el mas sagaz a la hora de perpetuar la especie.

Los pobres Gavilanes están cansados de pelear con los Teros eso es evidente, porque los Teros siguen ganando territorio y ya no se ven tantos Gavilanes en el basural, de hecho parece que han resignado el lugar ,buscando en otros lugares su apreciado alimento.

El otro día observé a un Gavilán metido en una caja donde evidentemente había comida que alguien dejó tirada, pero mi sorpresa fue ver a un grupo de pájaros Benteveos molestando al pobre gavilán. Uno le daba picotazos en la cabeza y los otros imitaban el sonido del Tero. El gavilán soportaba estoicamente los picotazos, se ve que el hambre era mayor que el dolor, pero al escuchar el sonido del Tero dejo de comer y salió a correr a los Teros que esta vez estaban tranquilos, mientras otros Gavilanes se le unían en la pelea.

Teros y Gavilanes peleaban en pleno vuelo, pero no observe que ninguno se lastimara, más bien era más griterío en vuelo  y vaya a saber lo que se estarían diciendo en su lenguaje.

El tema es que los pájaros Benteveos se quedaron comiendo la comida del Gavilán, limpiaron sus alas con sus picos y terminaron todos juntos sobre una hermosa rama de pino.

En todos los ordenes de la cadena alimentaria siempre hay alguien que se beneficia y en este caso el pájaro  Benteveo encontró la forma de alimentarse sin el menor esfuerzo.

Mientras los Teros y los Gavilanes sigan peleándose por el territorio o el espacio aéreo, el pájaro Benteveo tiene asegurado el alimento y si bien es el tercero en discordia en esta contienda de un ave al que le usurparon el territorio como el pobre Gavilán y la otra ave invasora como el Tero; el Benteveo es el único ganador aquí.

Me gustaría saber el lenguaje de las aves pare decirle al Gavilán que tiene el alimento asegurado y que no sea tan tonto, en dejarse engañar por el pájaro Benteveo.
Mientras tanto entre tanto griterío,  sigo sin dormir la siesta.

EURIDICE CANOVA