LOS OJOS CERRADOS

LOS OJOS CERRADOS

Sabes que después de la noche no hay nada
que merezca la pena.
Quedan los gatos grises
abandonados a su suerte
y las aulas vacías
se preparan para tocar su campanilla de mañana,
mientras el amor se va de viaje y vuelve
con las manos llenas de rasguños.
La lluvia que, por la noche, derramaba
su magia en el adoquín de colores
es agua que empapa las hojas de un sauce.
Después de la noche, los espantapájaros
acostumbrados a la meditación,
dan los buenos días en el periódico
y los bancos del parque se aburren a solas.
No estamos tú y yo. No nos conoce nadie.
En el arroyo, donde sumergimos nuestros pies,
navegan, como pequeños veleros,
nuestros zapatos vacíos
y los abrazos pierden su nieve en las sábanas.
Cuando llega el día,
no recordamos nuestros besos.
El sol descubre la maleza
que nuestro corazón guarda
y las sombras ocultan.
Por esta razón, si te cruzas conmigo en la casa,
baja las persianas, hasta que no pueda penetrar
un súbito rayo,
y hazme el amor con los ojos cerrados.

Autor: Maria Luisa Mora Alameda

Gracias por el aporte,saludos