MI MADRE

MI MADRE.

El sol caía en la sala del tiempo,
moría el silencio, con una trompeta augusta,
aullaba la estela, de los vientos castos,
en una mañana de suspiros llenos.

Llego la estrella que llevara mi mano,
hasta los confines de mis pasos tiernos,
tendera mi vida con sus besos mansos,
y colmara mis ansias, con su dulce canto,

Ella es mi madre, que llega con calma,
a encumbrar mi vida, con sus alegrías frescas,
con sus pechos fuertes, que me dan la vida,
y me suben lento, para ver mi alma.

Ella es mi madre, que rompe cual silencio,
ese que murmulla en sus días crueles,
ese que acaba llantos, en las horas tristes,
ese que no deja a la luna, que me cante un verso.

Ella es mi madre, que termina el tiempo,
con su rostro dulce, que hornea vidas,
ese tiempo, que devora siempre su mirada,
y se bebe el tiempo, con suspiros largos.

Ella es mi madre, que me dio un suspiro,
que me dio su sabia, en mis labios tiernos,
que me dio su abrazo, en mi corazón de niño,
y me dio su risa, para amar al mundo.

Ella es mi madre, que ando despacio,
que trajo una alcoba, para soñar la vida,
que me dio el destino, con su corazón cansado,
y me arrullo despierta, cada madrugada.

Ella es mi madre, que alzo mi vida,
hasta las estrellas, que estaban lejos,
me colmo de lunas, cada media noche,
y me alzo al cielo, con un beso mustio.

Yo la vi, despierta, en toda mi vida,
siempre mirando, mis alegrías juntas,
siempre jugando, con mis dedos tiernos,
y tocando la dicha, que me daba siempre.

Y llego un día, en que partió su vida,
con las penas santas, que vivió por siempre,
nunca se quejo de nada, en sus muchos años,
ella era roca que tallo el viento,
era manantial de besos, en mi frente amplia,
era surco fértil, que sembraba vidas,
su figura delicada, la jugo al tiempo.
aposto su vida, por un beso mío,
surgió del tiempo y quedo en silencio,
y surco los años, traspasando el viento,
ella esta ahora, en mi corazón despierto,
esta para siempre, porque fue mi madre.

Magno González Arrascue.