DUDAS DEL GUADALQUIVIR

DUDAS DEL GUADALQUIVIR

El río Guadalquivir
pregunta intrigado al alba,
si pertenece a Sevilla
pertenece a Trïana.

Pero el alba no lo sabe
y le pregunta a la luna
que brilla en los olivares.

Que ni la luna, ni el alba,
pueden levantar misterios
y en laberintos de dudas
hace la pregunta al viento:
el viento no sabe nada
ni se molesta en saberlo.

El vientecillo se ocupa
de mecer los limoneros,
y los muchos naranjales
que juegan con los almendros,
y ha de servir de respiro
cuando el sol tira su fuego.

Sabemos de que sus aguas
no gustan de privilegios
y por ambos lados baña
rosales y pensamientos,
y el mismo aroma reparte
su limpio olor de romero.

¡De Sevilla o de Trïana!
¡Sevillano o trïanero!
Habrá que partirlo en dos
y bautizarlo de nuevo.
Ninguna de sus orillas
pueden dar fe de lo cierto.

Pero él se encuentra a gusto
aunque le ronde el misterio:
a un lado Giralda y coplas,
anillo de luz y albero,
en el otro lo más jondo
con estampidos flamencos.

Vírgenes por ambos lados
y el mismo Dios en el medio,
por eso el Guadalquivir
lleva su curso sereno
y sueña bajo los puentes
plegarias de dulces versos.

¡Que más da si es sevillano!
¡Que más da si es trïanero!
¡Es de Sevilla un piropo
y de Trïana un recreo!

.oOo.

-Manuel Cornejo González-