LA MANO DE LA MUERTE

LA MANO DE LA MUERTE


La mano que deshoja mi reinado,
no claudica en liquidar mi mirada;
no resiste la obsesión de mi grado
silenciado cerrojo en mi morada.

La mano siniestra palpita brisa,
descarnada hacedora de pisadas;
levanta pañuelos blancos con prisa,
traza rayos en grises madrugadas.

Mano ya carente de piel tejida,
simula caricia vana en mi piel;
ásperas espinas sin acogida,
descamando mis noches de negra hiel.

Mano ausente que vacía la cumbre,
niega razón y espejo de la vida;
maldice el toque odiando certidumbre,
callada ilusión del alma servida.

La mano de muerte ora saludando,
grotescas olas en peleas blancas;
gritos de oscuridad y ecos rosando...
¡Sean bienvenidas... negras comarcas!

~~~~~~~~~~ sabra ~~~~~~~~~~