DESEOS ENCENDIDOS

DESEOS ENCENDIDOS



La cruz en la lejanía arde en luz artificial,
reflejan sendas que llevan al deseo
encendiendo tu rostro que llevan al deseo;
me obsequias fascinante semblante,
que en augusta noche vigilante mi cuerpo anhelante
llevarte quiere al cuarto de las sospechas,
solo visillos son testigos para entregarnos al amor.

Las naves del silencio se detienen
al instante,
menciono tu nombre como demente inconsciente,
apeteciendo tu cuerpo,latente en el mío,
el te quiero y el te amo devienen prontamente;
cuerpos que se entregan a los sueños del placer,
al unísono himnos que ascienden
por las gargantas de luces encendidas de la ciudad,
asaltan corazones circundando las células del sexo
en todo el anochecer,hasta el amanecer...
y a un mundo sin orillas arribamos.

Las luces artificiales se apagan,
las naves del tiempo siguen su curso,
las luces del sol inundan nuestros cuerpos...
El visillo se hace irreal
quedando nuestro amor al descubierto,
deslizándose,infiltrándose, por el dédalo de su gradación
y evoluciona en torno a la luz del sol en adoración;
las luces del deseo siguen su curso en circunvalación
de las galaxias
queriendo anidar en sus centros de copulación.

Miguel Visurraga Sosa