SÁBANAS HÚMEDAS

SÁBANAS HÚMEDAS


Mis dedos inician una danza desnuda,
tu piel susurra atada al eco del silencio,
la música de tu respiración me acerca
como la abeja al penal, despacio, hipnótica.

Tus cromados labios incitan la luz densa
de mi pasión, que cabalga en busca
de tus besos enredados en tu lengua perfumada
y en la profundidad de mi valle, una lluvia
solitaria se derrama entre el cristal que vibra
en mis muslos arrullados por la excitación.

El cuerpo libera los aromas voluptuosos
del sexo que arde entre las alas de mi carne,
mis pechos inflamados por las caricias
de vaivenes dibujan una escena erótica
en mis sienes.

El placer se sirve en la intensidad de los minutos
que trascurren de roce en roce, de gemidos
en gemidos, de abrir las ventanas de mi vientre,
de asaltar tu rama ardiente, de volar
en tu cintura mientras los cuerpos se amansan
entre las sábanas húmedas.

La oscuridad es partícipe del desenfreno,
mis uñas hacen sendas en tu espalda
y en una comunión de fogueos y temblores
estalla la burbuja en una blanquecina
sabía que nos lame el cansancio y las ganas
de iniciar de nuevo.

Yaneth