ERA FUEGO EN EL ALIENTO

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ERA FUEGO EN EL ALIENTO


He llegado de la calle con aliento a licor,
nos es muy tarde más bien temprano tú me esperas con pasión.
sin preguntarme dónde estaba, me besas mujer,
estoy confundido, no sé qué sucede al parecer lo quieres hacer.

Llevas finas negras lencerías y un corto blanco camisón,
me arrojas a un viejo mueble y te lanzas a mi corazón.
rasgas mi piel con tus uñas y me muerdes fuerte los labios,
me tratas como si me odiaras, sabes que eso me excita un tanto.
luego te abalanzas como una serpiente sobre mí,
tu mirada fijamente la diriges a mi existir.

Mis largos cabellos halas y me llevas hacia ti,
mi lengua lame tus senos y te comienzo a oír.
con voz ronca dices hazlo, hazlo hasta morir,
bajo hasta tu vientre, tus uñas de nuevo clavas en mí.

Ella en ese momento era ardiente placer,
después de un seductor jugueteo su alma quiero poseer,
la tomo por la cintura, la despojo de su única prenda,
la giro lentamente mientras suavemente muerdo su espalda,
hasta que por fin sus cabellos caen sobre si misma, eran lacios y negros,
es lo que más me excita.
en ella estoy dentro, sus gritos logro escuchar,
sigue mis movimientos, su cuello quiero chupar.

Podrían pasar largas horas y verla en esas formas,
su cuerpo es perfecto, en esa pose ahora.
ella me mira a reojo, está de espaldas a mí,
hasta que escucho su voz que dice:

¡Quiero estar sobre ti!

Ahora dejo que ella tome el control,
de nuestros cuerpos sudados.
sus piernas son hermosas,
su boca me está devorando.

A mi oído dice cosas que no puedo repetir,
mezcladas con dulces verbos, cuando se excita ella es así.
mis manos por todo su cuerpo, no paran de acariciar,
inclusive mis dedos a su boca ella han de llevar,
chupando y humedeciendo con su néctar de mujer,
hasta que me enciendo tanto que sus labios debo morder.


Aprieto sus piernas, fuerte con mis manos hacia mí,
para que las recorran mi lengua, a ella le encanta así.
hasta que las abre, es una insinuación,
desea ansiosamente de nuevo penetración.

Luego de un par de horas hasta llegar a la cama,                    
cuando el alma no puede apagar estas llamas.
me pides que acabe con todo aquello que tú comenzaste,
te pido aguantar un poco aunque mi corazón no sé si late.

Eres mi amante sabes que así es,
aunque creo que de ti me enamoro, no sé si te lo diré.

Cuando suavemente te digo que ha llegado el fin,
tomas el control de nuevo, de nuestro sexo y existir.
me dices con gemidos:

Tomaré de ti todo, quiero todo en mí,
deseo de ti embriagarme es mi razón de existir.

En esta noche larga, tragas todo hasta reír,
me penetras con tu mirada,
a mi lado te dejas morir.

sirgoth