ARRASTRAMOS LOS PIES PARA NO CAER
ARRASTRAMOS LOS PIES PARA NO CAER
ARRASTRAMOS LOS PIES PARA NO CAER
Arrastramos los pies para no caer
ante tanta tempestad camuflada
somos duales víctimas encadenadas
buscando el tiempo que nos vio nacer.
La fisura del resquiebre nos suicidó
se diluyó todo vestigio de esperanza
la desilusión maldita nos auto-destruyó
sin rencor, ni retorno, ni revancha.
Todo se trastoca en color negro y ocre
ya sin el deseo ardiente consumado
extraño embriagarnos por las noches
entre tus dulces besos apasionados.
La piel se marchita ante la pena
el cuerpo sangra en su letal agonía
el resultado es nuestra condena
la derrota son nuestras heridas.
EURÍDICE CANOVA
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
_______________________________________-
VÍCTIMAS ENCADENADAS
La derrota son nuestras heridas
el resultado es nuestra condena
el cuerpo sangra en su letal agonía
la piel se marchita ante la pena.
Entre tus dulces besos apasionados.
extraño embriagarnos por las noches
ya sin el deseo ardiente consumado
todo se trastoca en color negro y ocre.
Sin rencor, ni retorno, ni revancha
la desilusión maldita nos auto- destruyó
se diluyó todo vestigio de esperanza
la fisura del resquiebre nos suicidó.
Buscando el tiempo que nos vio nacer
somos duales víctimas encadenadas
ante tanta tempestad camuflada
arrastramos los pies para no caer.
EURÍDICE CANOVA
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Arrastramos los pies para no caer
ante tanta tempestad camuflada
somos duales víctimas encadenadas
buscando el tiempo que nos vio nacer.
La fisura del resquiebre nos suicidó
se diluyó todo vestigio de esperanza
la desilusión maldita nos auto-destruyó
sin rencor, ni retorno, ni revancha.
Todo se trastoca en color negro y ocre
ya sin el deseo ardiente consumado
extraño embriagarnos por las noches
entre tus dulces besos apasionados.
La piel se marchita ante la pena
el cuerpo sangra en su letal agonía
el resultado es nuestra condena
la derrota son nuestras heridas.
EURÍDICE CANOVA
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
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VÍCTIMAS ENCADENADAS
La derrota son nuestras heridas
el resultado es nuestra condena
el cuerpo sangra en su letal agonía
la piel se marchita ante la pena.
Entre tus dulces besos apasionados.
extraño embriagarnos por las noches
ya sin el deseo ardiente consumado
todo se trastoca en color negro y ocre.
Sin rencor, ni retorno, ni revancha
la desilusión maldita nos auto- destruyó
se diluyó todo vestigio de esperanza
la fisura del resquiebre nos suicidó.
Buscando el tiempo que nos vio nacer
somos duales víctimas encadenadas
ante tanta tempestad camuflada
arrastramos los pies para no caer.
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