EL AMANECER DE LA POESIA DE EURIDICE CANOVA Y SABRA
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CARTA PARA MI HIJA NATY:

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Mensaje por Roana Varela Miér Ene 28, 2015 4:17 pm

CARTA PARA MI HIJA NATY:


Después de tanto tiempo me animé a escribirte, es mi única forma de poder estar cerca de ti.
Hoy hace mucho frío y está nevando; hace dos años y diez meses que te extrañamos. Cuando te fuiste pensaba que no iba a poder vivir sin vos. ¿Cómo hacer para estar sin vos?... Y solo se puede calmar este dolor pensando que te dormiste para despertar algún día en un mundo mejor y hermoso. Sin sufrir y pasar por todo lo que tuviste que pasar, para poder sobrevivir; siempre pensé que este no era tu lugar, siempre sentí que no me pertenecías, que si Dios existe deberías estar en el mundo que él te designó. Siempre pensé que Dios nos dio la oportunidad de tenerte, de quererte, de sentirte, de tocarte, de mirarte. Sólo por un tiempo pero todavía no sé el porqué. Tal vez para poder tener una esperanza de volver a estar todos junto a vos.
Desde que no te tengo siento una gran pena, un gran dolor en mi corazón. Tengo muchas veces ganas de gritar, de llorar, de salir corriendo a buscarte y siento que soy muy egoísta. Porque no podías estar con nosotros así sufriendo, sin sentir tus piernas y tener que depender siempre de alguien, no era justo que sufrieras y que nosotros estemos bien o sentirnos bien al tenerte.
Este Mundo no era tu lugar, eras muy bella, eras como el sol, tus ojos brillaban y te iluminaban tu carita, tu sonrisa siempre estaba en tus labios, te hacían sentir siempre contenta. Recuerdo cada uno de tus días y las ganas de vivir que ponías, tenías e inspiraban una fuerza y una garra que te daban ganas de seguir luchado para sobrevivir.
Te cuento: desde el momento en que nos enteramos que estabas creciendo dentro de mí, fuimos con tu hermana Gaby a retirar los análisis de embarazo, aquí a la vuelta de casa y en la esquina nos paramos y abrimos el sobre y decía “POSITIVO”. No lo podíamos creer, estábamos contentas y nos corrieron las lágrimas de alegría, corrimos a contarle a tu papá y no lo podía creer y decía: ¿Estás segura?.. y después dijo: “¿Qué vamos a hacer?”…
Tu hermanita Andrea era mas chiquita y no entendía mucho, estaba contenta de tener un bebé.
Dentro de la panza te portabas muy bien, no te movías casi nada, estabas tranquila y hasta creo que te gustaba dormir todo el tiempo… Cuando llegó el momento de saber cómo ibas creciendo en la panza y saber de qué sexo eras, fui para hacerme una ecografía y me dijo el médico que eras una nena y que tenías algo como un quiste o algo así, no entendí mucho y tenía un poco de miedo pero sólo quería estar tranquila para que te sientas segura.
Cuando llegó el día esperado, que por cierto se adelantó porque la médica dijo que te esperaba para el 20/01/91 y te adelantaste un mes, fue todo una odisea: estábamos en el campo en la cabaña, comimos un asado, luego empecé a tener pérdidas, vinimos muy rápido, tuvimos que pasar por el camino del gas que es bastante poceado y en mal estado.
Cuando llegamos al hospital dice el médico que faltaba muy poco, (eran las 20:00 hs) Naciste a las 03:00 hs y pesaste 2620 grs. No pude verte cuando naciste porque salieron corriendo y sólo me dijeron que eras una nena. Cuando te vi estabas dentro de una incubadora con unos cables y con vendas en tu espaldita, eras una nena gordita y rosadita, estabas hermosa, como te imaginaba. Los médicos me dijeron antes de verte que eras un bebé malformado y pensé que eras deforme y muy por el contrario eras muy bonita. A las 08:00 de la mañana dijeron que tenías que irte porque tenían que operarte. Te fuiste con tu papá a Buenos Aires en un vuelo sanitario. Yo tenía mucho miedo, lloraba todo el tiempo, luego me dieron unos calmantes para poder dormir; recién pude viajar para poder verte a los tres días, al llegar al hospital me temblaban las piernas y seguí teniendo miedo.
Cuando te vi y te pude sentir, era como que al tocarte volví a sentirte mi bebé. Y mi miedo se trasformó en amor y felicidad al saber que todo iba a estar bien mientras estemos juntas. Que no nos iban a separar y que pronto íbamos a estar todos juntos en casa. Luego iban transcurriendo los días y te podíamos ver cuando nos indicaban; esperábamos horas y horas junto a la puerta para poder verte. Lo más importante es que sabíamos que todo lo que te hacían era para curarte, sentía que sufrías pero yo estaba a tu lado.
Un día los médicos nos dijeron que nosotros teníamos que pensar que debíamos vivir con vos “EL DÍA” SIN PENSAR EN EL MAÑANA Y TENÍAN MUCHA RAZÓN.
Pero no sabían indicarte o nadie te enseña a poder vivir sólo por ese día, es muy difícil.
Luego vivimos los peores momentos y todas las operaciones que te hicieron, las pasate a todas, los obstáculos uno por uno. Tus ganas de vivir era más grandes. Pasó casi un año de idas y venidas para que te controlaran y crecías y te ponías cada vez más bonita, jugabas con Andrea, comenzaste a sonreír y decir tus primeras palabras, comías casi solita, hacías un lío bárbaro y te ensuciabas toda. Las dos iban juntas al jardín. Todo indicaba que podíamos comenzar a vivir como una familia normal o casi normal, por tu dificultad motriz y estábamos seguros que ibas a superar porque todos teníamos muchas ganas de que fuera así.
Te necesito como el sol necesita al día, como la noche necesita de las estrellas, te necesito por lo mucho que te quiero, te necesito para poder vivir, te necesito porque cuesta mucho vivir sin ti, siento como que no es verdad, que es un sueño, siento que tu cuerpo se está congelando dentro de ese cajón, quiero sacarte, calentarte, verte despertar y ver tu sonrisa. Mi corazón late más fuerte y no sé qué hacer; mi cabeza va a estallar y luego te vuelvo a necesitar y a extrañar y quiero tenerte y me vuelve todo junto y luego se me pasa y pienso que fue así, debe ser así, DIOS lo quiso así, que tengo que creer que habrá un mañana para nosotros todos juntos y me tranquilizo y pienso que si es verdad, todos los días pienso que es un día más y vivo el día sin pensar en mañana y tenían razón los médicos y que hay que esperar, es lo único que calma mi angustia y el dolor que me quema, un día más de vivir sin ti, esperar tu llegada, que algún día llegará.
Cuando te dormiste ese día 31/8/93 estábamos de control en Buenos Aires, estabas en el carrito, fuimos a la obra social, estabas contenta y en momentos te enojabas y me hacías caras de que no querías estar allí. Salimos y la brisa te daba en la cara, te mire y parecía que estabas iluminada con una Luz Brillante intensa y tu sonrisa brotaba de tus labios con una felicidad y una paz como un ser de luz y que no eras de este lugar; volví a sentir esa sensación de que no pertenecías a este mundo. Pasamos a comprar algo para comer, una señora en el súper cuando te vio dijo qué hermosa niña y es como un ángel tiene mucha luz, y vos la miraste y sonreíste, una sonrisa que iluminaba y te llenaba el alma, eras un ÁNGEL, con una luz especial. Ese día te dormiste con esa sonrisa en el carrito.
Mi pecho se estremeció, sentí un dolor enorme y una herida en mi corazón se abrió como una llaga y sentí como una voz que me dijo es la hora, se tiene que ir. PENSÉ.
Por eso creo que todo este tiempo que te tuve vivimos el día sin el mañana. Es lo que hago cada día de mi vida sin ti. Te amo, te extraño, te vuelvo amar y te vuelvo a extrañar. Tenerte, abrazarte y besarte es lo que quiero, todo eso refleja el sentimiento de todo el amor que siento por ti, Mi hija amada.

Quiero agradecer a mi querido y amado esposo, por todo su amor, su apoyo incondicional en mis días de desolación, porque lloramos juntos y sentimos el mismo dolor, a mis hijas Gaby y Andy que las amo, con todo mi corazón que también vivieron y sintieron y sienten esta pena, que algún día se transformará en alegría, porque está escrito y dice: EL QUE CREA EN MÍ NO MORIRÁ.
A mi hijo Nahuel que es como el remanso y la calidez que llegó en el momento y el tiempo justo. Tiene la paz y el amor que ella desde algún lado le dio para que nos brindara un poco de consuelo. Pienso que es así.
A mis queridos doctores que nos acompañaron en esta su estadía por este mundo brindándole su conocimiento y sabiduría médica, Dr Frangi, Dr Baños, del Hospital Italiano, unas eminencias que no necesitan reconocimiento sólo con su humildad es suficiente, Grandes Personas. A mi Querido Dr. Morresi , del Hospital Regional de Ushuaia, que nos fue marcando los pasos que debíamos seguir cada día.
Y a mis dos grandes amigas que conocí en estas idas y venidas a Bs As, sin tener familia en ese lugar, ni contención nos brindaron su afecto, su cariño desinteresado y logramos conectarnos con un lazo de amistad y para siempre, Claudia y Anita, mis amigas.
Hoy recién después de tanto tiempo puede escribir esta carta que tenía guardada sin sentir tanta pena ni dolor, sólo siento la gran esperanza de volverte a encontrar algún día.
Y vivo día a día sin pensar en mañana, es un gran desafío con toda esa fuerza y entusiasmo que me dejó tu paso por mi vida siento hoy que puedo vivir la vida cada momento, porque es único e irrepetible cada momento, nunca tendrás otro momento igual en tu vida.

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Roana Varela
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Mensaje por Roana Varela Miér Ene 28, 2015 4:20 pm