En blanco y negro
2 participantes
Página 1 de 1.
En blanco y negro
por Armando Lopez Lun Dic 29, 2014 4:19 am
En blanco y negro
Una noche, justo a las doce estaba aun ahí, el reloj sonaba campanada tras campanada, y el seguía ahí como si no le importara lo que pasaba en el mundo exterior. Una gota de sudor fría cae anunciando que ya salía el sol, cuando se da cuenta agarra todo lo que tiene y se va de aquel bar oscuro situado en un callejón húmedo y sin salida.
Al llegar a su casa empaca ropa en una maleta vieja y rota, para escapar de esa prisión, de ese lugar frío y desesperante, el tiempo pasaba y cuando se da cuenta esta ella ahí parada mirándolo con ojos enfurecidos y le dice: "¿con que otra vez llegando tarde? sabes que tienes esta casa, este sitio tan hermoso y me tienes a mi, encerrada, sufriendo para saber cuando llegas. Solo una mentira como esa me puede ganar, me entrego, he aquí el momento mas feliz de mi vida" agarra una pistola, y después de unos segundos de vida cae muerta en el piso, sale un charco de sangre que le toca los pies al desesperado, haciéndole la vida mas desgraciada aun que como la tenía antes, quitandole la dignidad, quitandole el nombre de Louis.
Al día siguiente va a el cementerio, a visitar a su amada que descansaba con los ojos cerrados en aquella cruel tumba. El mira la lapida y le sale una lagrima de su ojo. De repente el se acerca mas y mira que en el piso salia un charco de sangre que le toca la punta de los pies. Eso ya había ocurrido, pero ahora le quita la fortuna al pobre hombre. Se sentía tan desgraciado, miraba al cielo y veía una luz fuente donde solía estar la luna, esa luz le recordaba los ojos hermosos de su mujer, haciéndolo mas desgraciado aun. Ya no le encontraba el significado a la vida y prefería morirse, pero no tenía el valor para matarse, haciendo sufrir mas su asquerosa vida, que no sentía ya nada.
Después de mucho tiempo, Louis se encontraba en el cementerio mirando hacia la tumba de su esposa donde yacían huesos comidos por los gusanos. El muchas veces se acordaba de ella, y empezaba a pensar: “¿por qué me preocuparé tanto si es ella quien me quita mi dignidad, mi vida, haciéndome sufrir una vida en blanco y negro?”
Autor: Camila Centeno
Una noche, justo a las doce estaba aun ahí, el reloj sonaba campanada tras campanada, y el seguía ahí como si no le importara lo que pasaba en el mundo exterior. Una gota de sudor fría cae anunciando que ya salía el sol, cuando se da cuenta agarra todo lo que tiene y se va de aquel bar oscuro situado en un callejón húmedo y sin salida.
Al llegar a su casa empaca ropa en una maleta vieja y rota, para escapar de esa prisión, de ese lugar frío y desesperante, el tiempo pasaba y cuando se da cuenta esta ella ahí parada mirándolo con ojos enfurecidos y le dice: "¿con que otra vez llegando tarde? sabes que tienes esta casa, este sitio tan hermoso y me tienes a mi, encerrada, sufriendo para saber cuando llegas. Solo una mentira como esa me puede ganar, me entrego, he aquí el momento mas feliz de mi vida" agarra una pistola, y después de unos segundos de vida cae muerta en el piso, sale un charco de sangre que le toca los pies al desesperado, haciéndole la vida mas desgraciada aun que como la tenía antes, quitandole la dignidad, quitandole el nombre de Louis.
Al día siguiente va a el cementerio, a visitar a su amada que descansaba con los ojos cerrados en aquella cruel tumba. El mira la lapida y le sale una lagrima de su ojo. De repente el se acerca mas y mira que en el piso salia un charco de sangre que le toca la punta de los pies. Eso ya había ocurrido, pero ahora le quita la fortuna al pobre hombre. Se sentía tan desgraciado, miraba al cielo y veía una luz fuente donde solía estar la luna, esa luz le recordaba los ojos hermosos de su mujer, haciéndolo mas desgraciado aun. Ya no le encontraba el significado a la vida y prefería morirse, pero no tenía el valor para matarse, haciendo sufrir mas su asquerosa vida, que no sentía ya nada.
Después de mucho tiempo, Louis se encontraba en el cementerio mirando hacia la tumba de su esposa donde yacían huesos comidos por los gusanos. El muchas veces se acordaba de ella, y empezaba a pensar: “¿por qué me preocuparé tanto si es ella quien me quita mi dignidad, mi vida, haciéndome sufrir una vida en blanco y negro?”
Autor: Camila Centeno
Armando Lopez- Moderador General
- Cantidad de envíos : 5727
Puntos : 60662
Fecha de inscripción : 07/01/2012
Armando Lopez- Moderador General
- Cantidad de envíos : 5727
Puntos : 60662
Fecha de inscripción : 07/01/2012
Admin- Admin
- Cantidad de envíos : 8283
Puntos : 74473
Fecha de inscripción : 30/05/2009 -
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.