HOMICIDAS DEL AMOR.

Pintura de Cristina Ruíz. Obra Esclavos del Amor


HOMICIDAS DEL AMOR.

En la tortuosa  profundidad del abismo.
fuimos arrojamos a las llamas del infierno
con los escombros de nuestro gran  amor.
Condenados al destino autodestructivo
gozando  ser fiscales, jueces  y asesinos
hipócritas sin armaduras ni absolución.

No hicimos nada para tratar de  salvarnos
sin piedad nos enterramos hasta asfixiarnos,
cómplices con nuestras conciencias negras
sin lágrimas ,sin sentir  emoción interna
en la desolación agónica  devastadora
contando hasta los minutos y las horas
desintegrando el alma como despedida
ignorando las voces sagradas del corazón.

Bipartidos transitamos en demencia feroz
inmolando a mansalva el amor supremo
enamorados del quiebre espiritual obsceno
unificando criterios en rituales de muerte
socios en el desamor , seres renuentes
amantes errantes en su cronología incierta
meditabundos suicidas en su naturaleza
traspasando límites sin pagar su precio
dementes sin cordura, homicidas del amor.

EURIDICE CANOVA
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS



Ahora invierto el poema y me quedaría así.


HOMICIDAS DEL AMOR

Homicidas del amor, dementes sin cordura
traspasando limites sin pagar su precio
meditabundos  suicidas en su naturaleza
amantes errantes en su cronología incierta
socios en el desamor ,seres renuentes
unificando criterios en rituales de muerte
enamorados del quiebre espiritual obsceno
inmolando a mansalva el amor supremo
transitamos bipartidos en demencia feroz.

Ignorando las voces sagradas del corazón
desintegrando el alma como despedida
contando hasta los minutos y las horas
en la desolación agónica  desvastadora
sin lágrimas ,sin sentir  emoción interna
cómplices con nuestras conciencias negras
sin piedad nos enterramos hasta asfixiarnos.
¡No hicimos nada para tratar de salvarnos!

Hipócritas sin armaduras ni absolución
gozando  ser fiscales, jueces  y asesinos
condenamos al destino autodestructivo.
Con los escombros de nuestro gran  amor
fuimos arrojamos a las llamas del infierno
en la tortuosa  profundidad del abismo.

EURIDICE CANOVA
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS