Arte tatuado
3 participantes
Arte tatuado
por laila mabrik Jue Jun 05, 2014 2:04 pm
Arte tatuado
Por rrhhed
Desde que tengo uso de razón siempre encontré en el dibujo un compañero inseparable. Empecé con garabatos en los cuadernos, y más tarde me interesé en la pintura y la escultura. Pero no piensen que realizaba grandes obras de arte, a lo sumo pintaba pequeñas figuras humanas o realizaba adornos para poner en la mesita de luz.
Todo anduvo bien por un tiempo, hasta ese sueño. En él dibujaba un florero, pero siempre que usaba el lápiz no podía ver lo que hacía en la hoja. Me preguntaba si me había quedado sin punta o el papel era demasiado fino, después me daba cuenta que andaban bien. Entonces no le di importancia y dibujé a ciegas. Cuando lo terminé quise verlo y lo acerqué a una ventana, pero el dibujo que apareció no era lo que esperaba. Allí vi una animación en la que yo tiraba el jarrón con las flores y se rompía en mil pedazos al llegar al suelo.
Desde ese instante, todo lo que hacía vinculado al arte me producía la sensación de que mi cuerpo estaba dividido en dos partes disconformes entre sí. Una era mi cerebro, él responsable de las ideas más fabulosas y extrañas. El otro mi cuerpo, un autómata que acababa haciendo las pavadas de siempre. Intente de todo para terminar con esto, inclusive dibujé estúpidas historietas en mi cuaderno. Nada daba resultado. Entonces decidí olvidarme de esa veta artística que siempre me había acompañado.
Al día siguiente de la terrible resolución, mi hermano me pidió que lo acompañara al lugar donde hacían tatuajes. Me pareció que un tatuaje en su cuerpo era un gastadero de plata; pero todo lo que le dije en esos pocos segundos no sirvió para convencerlo de su equivocación. Entonces decidí cumplir su pedido.
Cuando tatuaban a mi hermano, me dio la impresión que la tinta al tocar su piel se convertía en un ser vivo. Porque el dibujo manifestaba sus sentimientos, sus deseos, sus recuerdos y desde ese instante siempre estaría acompañado por esa figura de color negro.
Para mi sorpresa, me gustó la idea de que por un momento la piel se transformará en un lienzo donde impregnaba la creación de un artista urbano (también era este el nombre del local).
Así fue como me convertí en lo que soy, un simple tatuador que le escribe estas palabras. Pero no he olvidado la pregunta que me produjo ese sueño, y deseo con todas mis fuerzas poder unir mi antigua pasión con la actual. Para cumplirlo se me ha ocurrido tomar una obra de arte, tatuar cada una de sus partes en diferentes personas y sacar una foto donde estén todos juntos. Idea descabellada, que quizás algún día se cumpla.
Por rrhhed
Desde que tengo uso de razón siempre encontré en el dibujo un compañero inseparable. Empecé con garabatos en los cuadernos, y más tarde me interesé en la pintura y la escultura. Pero no piensen que realizaba grandes obras de arte, a lo sumo pintaba pequeñas figuras humanas o realizaba adornos para poner en la mesita de luz.
Todo anduvo bien por un tiempo, hasta ese sueño. En él dibujaba un florero, pero siempre que usaba el lápiz no podía ver lo que hacía en la hoja. Me preguntaba si me había quedado sin punta o el papel era demasiado fino, después me daba cuenta que andaban bien. Entonces no le di importancia y dibujé a ciegas. Cuando lo terminé quise verlo y lo acerqué a una ventana, pero el dibujo que apareció no era lo que esperaba. Allí vi una animación en la que yo tiraba el jarrón con las flores y se rompía en mil pedazos al llegar al suelo.
Desde ese instante, todo lo que hacía vinculado al arte me producía la sensación de que mi cuerpo estaba dividido en dos partes disconformes entre sí. Una era mi cerebro, él responsable de las ideas más fabulosas y extrañas. El otro mi cuerpo, un autómata que acababa haciendo las pavadas de siempre. Intente de todo para terminar con esto, inclusive dibujé estúpidas historietas en mi cuaderno. Nada daba resultado. Entonces decidí olvidarme de esa veta artística que siempre me había acompañado.
Al día siguiente de la terrible resolución, mi hermano me pidió que lo acompañara al lugar donde hacían tatuajes. Me pareció que un tatuaje en su cuerpo era un gastadero de plata; pero todo lo que le dije en esos pocos segundos no sirvió para convencerlo de su equivocación. Entonces decidí cumplir su pedido.
Cuando tatuaban a mi hermano, me dio la impresión que la tinta al tocar su piel se convertía en un ser vivo. Porque el dibujo manifestaba sus sentimientos, sus deseos, sus recuerdos y desde ese instante siempre estaría acompañado por esa figura de color negro.
Para mi sorpresa, me gustó la idea de que por un momento la piel se transformará en un lienzo donde impregnaba la creación de un artista urbano (también era este el nombre del local).
Así fue como me convertí en lo que soy, un simple tatuador que le escribe estas palabras. Pero no he olvidado la pregunta que me produjo ese sueño, y deseo con todas mis fuerzas poder unir mi antigua pasión con la actual. Para cumplirlo se me ha ocurrido tomar una obra de arte, tatuar cada una de sus partes en diferentes personas y sacar una foto donde estén todos juntos. Idea descabellada, que quizás algún día se cumpla.
laila mabrik- Cantidad de envíos : 525
Puntos : 42784
Fecha de inscripción : 26/07/2013