El Testimonio
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El Testimonio
por Roana Varela Vie Abr 25, 2014 3:17 am
El Testimonio
"Primero fue la marihuana, después, bueno probé la cocaína, LCD, bueno y terminé con pasta base que fue lo peor."
A los 16 años Julia se enamoró de un muchacho que tenía más experiencia que ella en ciertos negocios.
"Él se iba, me dejaba sola con la droga, con la plata, con lo que era el negocio de la droga; yo ya no estaba más con él, solamente le servía para trabajar en realidad. Bueno, ya iba gente extraña a buscarme a mí, a mi casa, porque ya era yo la que vendía."
Pero el negocio no lo era todo. Julia seguía buscando amor y conoció a otro joven.
"Vi que era un muchacho bueno, y me propuso el tener un bebé y yo dije, es mi solución para no volver a recaer en la droga. Quinto o sexto mes de embarazo me pelee con él y él me levantó la mano, me pegó, y bueno eso me hizo recordar todo lo que yo había vivido con mi primer novio."
Prisionera de los recuerdos, en quien menos pensó fue en su bebé. Consumí alcohol, cigarrillos y una vez estando embarazada fume pasta base. Lejos de ser el día más feliz de su vida, cuando fue a dar a luz, se encontró con una noticia que no esperaba: su hija había nacido con una mal formación.
"Creo que fue uno de los días que más lloré porque no la podía ver así, fue fuerte verla porque, imagínense en un bebito chiquitito y era como que, que era toda deforme, porque todo su costadito le quedaba como más chiquito y la cabecita grande y bueno, ahí fue horrible como me sentí como mamá, de traerla al mundo así."
Por amor a su hija Zoe , Julia se alejó de aquel mundo loco en el que vivía; a los tres años cuando parecía estar todo superado, una mala noticia la volvió a sacudir, había fallecido la persona a la que más aferrada estaba, su padre.
"Y bueno, ahí como que yo ya no tenía fuerzas, con Zoe así, mi papá que no iba estar más conmigo, como que ¿para qué iba a vivir más?"
En medio de esta situación, Julia abandonó a su hija con la abuela y despareció. Queriendo escapar, se sumergió en el mundo de la calle y en las drogas como nunca antes lo había hecho.
"Y bueno me prostituí, eso fue lo primero que hice, robé, intenté suicidarme muchas veces, estuve en las volquetas esas de basura y que todo el mundo va a tirar la basura, estuve revolviendo esas volquetas, estuve sin bañarme mucho tiempo y ya como que escuchaba voces que me hablaban ó que me, loca. No sé a dónde iba, pero salí hasta la esquina de este lugar a donde yo vivía y vi a mi mamá con unos folletos, que eso me partió el alma; con unos folletos con mi foto que las estaba pegando en las columnas para que yo volviera a casa, que la nena me estaba esperando, pero no me importó."
Con el paso del tiempo Julia conoció a otro hombre y se fue a vivir con él, sin saber lo que le esperaba.
"Es un hombre grande él, con las manos grandes, tenía anillos y me pegaba en la cara; no sé por qué se me dio decir: "Dios ayúdame que no me duela más, que no me pegue más", porque me estaba muriendo de dolor y de miedo. Me acuerdo que él me dijo que se iba a la casa de al lado a trabajar y bueno yo lo que hice fue prender la radio y escuchaba siempre emisoras que hablaban de Dios."
Mientras Julia recibía esperanza a través de la radio recordó a una tía que siempre le hablaba de Dios, y a pesar de las amenazas decidió escapar.
"Llegué a donde la tía y lo único que hacía era llorar y le dije que pensaba que sólo Dios me podía ayudar. Yo tenía ganas de cambiar, de dejar la droga pero había intentado por otros lugares y no podía, entonces pensé: es Dios, tiene que ser con Dios, el único que me puede ayudar es Dios."
Fue así como su tía la llevó a la iglesia, un lugar lleno de paz, alegría y sobre todo amor.
"Y bueno me acuerdo que recibí un abrazo, no me retaron, yo dije que lo único que quería era recuperar a mi hija y me abrazó fuerte una persona, un pastor y sentí algo diferente y sentí que podía cambiar, que era ahí que había esperanza para mí. Lo que me dijo fue que hiciera una oración junto con él, que le entregara mi corazón a Jesús que lo dejara entrar a mi vida y que Él se iba a encargar de hacer todo. Y bueno lo que dije fue: "Jesús te abro las puertas de mi corazón, te acepto para que tú me ayudes, que hagas lo que quieras conmigo, que me enseñes, que me salves de donde estoy", y bueno fue así que yo le empecé a creer a Dios y como que se fue ese dolor."
Julia se sintió perdonada por Dios y libre de culpa, empezando así una nueva vida.
"Y bueno unas de las cosas principales para que Dios me pudiera ayudar era el perdón, y yo tenía mucho odio en mi corazón por todas las cosas que había vivido. Yo pude perdonar. Y bueno uno comprueba que es libre también perdonando."
Las adicciones quedaron atrás porque hoy la vida de Julia tiene sentido, y ya no hay vacíos para llenar.
"Y bueno, mi relación con Zoe es hermosa, pero por que también trato de enseñarle a ella quien es Jesús para mí. Yo soy una mujer feliz que no necesito de un cigarrillo, ni de drogas. Jesús me devolvió la vida, ahora estoy feliz y vivo para Él todo los días de mi vida, y con esperanza porque sé que de la mano de él va a estar todo bien y voy a ser feliz."
club700
AMARILIS RIVERA
HÉCTOR HERMOSILLO HERNÁNDEZ
"Primero fue la marihuana, después, bueno probé la cocaína, LCD, bueno y terminé con pasta base que fue lo peor."
A los 16 años Julia se enamoró de un muchacho que tenía más experiencia que ella en ciertos negocios.
"Él se iba, me dejaba sola con la droga, con la plata, con lo que era el negocio de la droga; yo ya no estaba más con él, solamente le servía para trabajar en realidad. Bueno, ya iba gente extraña a buscarme a mí, a mi casa, porque ya era yo la que vendía."
Pero el negocio no lo era todo. Julia seguía buscando amor y conoció a otro joven.
"Vi que era un muchacho bueno, y me propuso el tener un bebé y yo dije, es mi solución para no volver a recaer en la droga. Quinto o sexto mes de embarazo me pelee con él y él me levantó la mano, me pegó, y bueno eso me hizo recordar todo lo que yo había vivido con mi primer novio."
Prisionera de los recuerdos, en quien menos pensó fue en su bebé. Consumí alcohol, cigarrillos y una vez estando embarazada fume pasta base. Lejos de ser el día más feliz de su vida, cuando fue a dar a luz, se encontró con una noticia que no esperaba: su hija había nacido con una mal formación.
"Creo que fue uno de los días que más lloré porque no la podía ver así, fue fuerte verla porque, imagínense en un bebito chiquitito y era como que, que era toda deforme, porque todo su costadito le quedaba como más chiquito y la cabecita grande y bueno, ahí fue horrible como me sentí como mamá, de traerla al mundo así."
Por amor a su hija Zoe , Julia se alejó de aquel mundo loco en el que vivía; a los tres años cuando parecía estar todo superado, una mala noticia la volvió a sacudir, había fallecido la persona a la que más aferrada estaba, su padre.
"Y bueno, ahí como que yo ya no tenía fuerzas, con Zoe así, mi papá que no iba estar más conmigo, como que ¿para qué iba a vivir más?"
En medio de esta situación, Julia abandonó a su hija con la abuela y despareció. Queriendo escapar, se sumergió en el mundo de la calle y en las drogas como nunca antes lo había hecho.
"Y bueno me prostituí, eso fue lo primero que hice, robé, intenté suicidarme muchas veces, estuve en las volquetas esas de basura y que todo el mundo va a tirar la basura, estuve revolviendo esas volquetas, estuve sin bañarme mucho tiempo y ya como que escuchaba voces que me hablaban ó que me, loca. No sé a dónde iba, pero salí hasta la esquina de este lugar a donde yo vivía y vi a mi mamá con unos folletos, que eso me partió el alma; con unos folletos con mi foto que las estaba pegando en las columnas para que yo volviera a casa, que la nena me estaba esperando, pero no me importó."
Con el paso del tiempo Julia conoció a otro hombre y se fue a vivir con él, sin saber lo que le esperaba.
"Es un hombre grande él, con las manos grandes, tenía anillos y me pegaba en la cara; no sé por qué se me dio decir: "Dios ayúdame que no me duela más, que no me pegue más", porque me estaba muriendo de dolor y de miedo. Me acuerdo que él me dijo que se iba a la casa de al lado a trabajar y bueno yo lo que hice fue prender la radio y escuchaba siempre emisoras que hablaban de Dios."
Mientras Julia recibía esperanza a través de la radio recordó a una tía que siempre le hablaba de Dios, y a pesar de las amenazas decidió escapar.
"Llegué a donde la tía y lo único que hacía era llorar y le dije que pensaba que sólo Dios me podía ayudar. Yo tenía ganas de cambiar, de dejar la droga pero había intentado por otros lugares y no podía, entonces pensé: es Dios, tiene que ser con Dios, el único que me puede ayudar es Dios."
Fue así como su tía la llevó a la iglesia, un lugar lleno de paz, alegría y sobre todo amor.
"Y bueno me acuerdo que recibí un abrazo, no me retaron, yo dije que lo único que quería era recuperar a mi hija y me abrazó fuerte una persona, un pastor y sentí algo diferente y sentí que podía cambiar, que era ahí que había esperanza para mí. Lo que me dijo fue que hiciera una oración junto con él, que le entregara mi corazón a Jesús que lo dejara entrar a mi vida y que Él se iba a encargar de hacer todo. Y bueno lo que dije fue: "Jesús te abro las puertas de mi corazón, te acepto para que tú me ayudes, que hagas lo que quieras conmigo, que me enseñes, que me salves de donde estoy", y bueno fue así que yo le empecé a creer a Dios y como que se fue ese dolor."
Julia se sintió perdonada por Dios y libre de culpa, empezando así una nueva vida.
"Y bueno unas de las cosas principales para que Dios me pudiera ayudar era el perdón, y yo tenía mucho odio en mi corazón por todas las cosas que había vivido. Yo pude perdonar. Y bueno uno comprueba que es libre también perdonando."
Las adicciones quedaron atrás porque hoy la vida de Julia tiene sentido, y ya no hay vacíos para llenar.
"Y bueno, mi relación con Zoe es hermosa, pero por que también trato de enseñarle a ella quien es Jesús para mí. Yo soy una mujer feliz que no necesito de un cigarrillo, ni de drogas. Jesús me devolvió la vida, ahora estoy feliz y vivo para Él todo los días de mi vida, y con esperanza porque sé que de la mano de él va a estar todo bien y voy a ser feliz."
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