UNA HOJA EN LA TORMENTA

UNA HOJA EN LA TORMENTA



Como no amar esa hoja en la tormenta
desvalida e invulnerable agonizante
abandonada a las inclemencias del tiempo
la recogí moribunda la regué con mi sangre

La curé durante horas con dulzura en silencio
cada herida suya eran similares a las mías
observe minucioso mis cicatrices en el espejo
eran las mismas dualidad de mi reflejo.

Recordé a la mujer que aun amo con locura
ella partió en el crepúsculo del silencio
todavía lloro lágrimas de sangre por su ausencia
aun me desespera su olvido su impaciencia.

Si mi amor le llegara con el eco del viento
yo dejaría de ser ese ilustre desconocido
comprendería que la amo que se llevo mi alma
sabría que es dueña de mi corazón de mis sentidos.

Los recuerdos del pasado se agigantan en mi pecho
es fusionarla a ella entre mis brazos sin secretos
un haz de luz acaricia sus nervaduras lacerantes
su nombre martilla,me vulnera a cada instante.

Sé que la perdí en ese crepúsculo de invierno
ella me puede esta en mis venas en mi mente
tal vez esta hoja sea la devolución de mi alma
o sean sueños rotos de un amor sin esperanzas.



“EURÍDICE CANOVA”
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