ODAS DE HORACIO- LIBRO III- II A SUS AMIGOS
EL AMANECER DE LA POESIA DE EURIDICE CANOVA Y SABRA :: Poesía Lírica-Canciones-Romances-Sonetos :: Oda-Elegía-Égloga
Página 1 de 1.
ODAS DE HORACIO- LIBRO III- II A SUS AMIGOS
II A SUS AMIGOS
[Amigos], aprenda el joven robusto en la dura escuela de la milicia a soportar la ingrata pobreza, y, caballero temible, persiga a los feroces parthos con su lanza.
Sufra las inclemencias del cielo, y realice tan intrépidas hazañas que, contemplándolo desde las murallas enemigas la esposa del tirano a quien combate, con su hija ya núbil, suspire, ¡ay!, porque su real esposo, ignorante del arte bélica, no provoque el encuentro de león tan indomable, cuya cruenta rabia se goza en la atroz carnicería.
Es dulce y glorioso morir por la patria. La muerte acosa en la fuga al cobarde, y no perdona al joven sin arresto que vuelve al peligro las tímidas espaldas.
La virtud, no acostumbrada a la torpe repulsa, resplandece por sí misma con brillantísimos fulgores, y no toma o depone las segures al antojo del aura popular.
La virtud se abre paso por caminos jamás hollados, eleva al cielo a los que ganan la inmortalidad, y desprecia en sus atrevidos vuelos el fango de la tierra y el aplauso del vulgo.
El silencio fiel tiene asimismo su premio reservado. Yo procuraré que no habite conmigo bajo el mismo techo, ni monte conmigo en el mismo esquife el indiscreto que osó divulgar los misterios de Ceres. Muchas veces Júpiter ofendido hiere de un golpe al culpable y al inocente, y es muy raro que la pena, con su pie cojo, no consiga alcanzar al perverso que huye de ella acelerado.
[Amigos], aprenda el joven robusto en la dura escuela de la milicia a soportar
Sufra
Es dulce y glorioso morir por la patria. La muerte acosa en la fuga al cobarde, y no perdona al joven
La virtud, no acostumbrada a la torpe repulsa, resplandece por sí misma con brillantísimos fulgores, y no toma o depone las segures al antojo del aura popular.
La virtud se abre paso por caminos jamás hollados, eleva al cielo a los que ganan la inmortalidad, y desprecia en sus atrevidos vuelos el fango de la tierra y el aplauso del vulgo.
El silencio fiel tiene asimismo su premio reservado. Yo procuraré que no habite conmigo bajo el mismo techo, ni monte conmigo en el mismo esquife el indiscreto que osó divulgar los misterios de Ceres. Muchas veces Júpiter ofendido hiere de un golpe al culpable y al inocente, y es muy raro que la pena, con su pie cojo, no consiga alcanzar al perverso que huye de ella acelerado.
Roana Varela- Moderadora
- Cantidad de envíos : 4487
Puntos : 55478
Fecha de inscripción : 25/10/2012
Temas similares
» ODAS DE HORACIO-LIBRO I - XXXVII A SUS AMIGOS
» Odas de Horacio-Libro IV
» Odas de Horacio-Libro III
» Odas de Horacio-Libro II
» Odas de Horacio-Libro I
» Odas de Horacio-Libro IV
» Odas de Horacio-Libro III
» Odas de Horacio-Libro II
» Odas de Horacio-Libro I
EL AMANECER DE LA POESIA DE EURIDICE CANOVA Y SABRA :: Poesía Lírica-Canciones-Romances-Sonetos :: Oda-Elegía-Égloga
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.