EL AMANECER DE LA POESIA DE EURIDICE CANOVA Y SABRA
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“Fábula de Píramo y Tisbe” [Fragmento]

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Mensaje por CARMELA Miér Sep 06, 2023 8:49 pm

“Fábula de Píramo y Tisbe” [Fragmento] (1618)

La ciudad de Babilonia,
famosa, no por sus muros
(fuesen de tierra cocidos
o sean de tierra crudos),
sino por los dos amantes
desdichados, hijos suyos,
que muertos, y en un estoque
han peregrinado el mundo,
citarista dulce, hija
del Archipoeta rubio,
si al brazo de mi instrumento
le solicitas el pulso,
digno sujeto será
de las orejas del vulgo:
popular aplauso quiero,
perdónenme sus tribunos.
Píramo, fueron, y Tisbe,
los que en verso hizo culto
el licenciado Nasón,
bien romo o bien narigudo,
dejar el dulce candor
lastimosamente obscuro
al (que túmulo de seda
fue, de los dos casquilucios)
moral que los hospedó,
y fue condenado al punto,
si del Tigris no en raíces,
de los amantes, en fructos.
Estos, pues, dos babilonios
vecinos nacieron, mucho,
y tanto, que una pared
de oídos no muy agudos,
en los años de su infancia,
oyó a las cunas los tumbos,
a los niños los gorjeos,
y a las amas los arrullos;
oyólos, y aquellos días
tan bien la audiencia le supo,
que años después se hizo
rajas en servicio suyo.
En el ínterim nos digan,
los mal formados rasguños
de los pinceles de un ganso,
sus dos hermosos dibujos:
terso marfil su esplendor,
no sin modestia, interpuso
entre las ondas de un sol
y la luz de dos carbunclos.
Libertad dice llorada
el corvo süave yugo
de unas cejas, cuyos arcos
no serenaron diluvios.
Luciente cristal lascivo,
la tez, digo, de su vulto,
vaso era de claveles
y de jazmines, confusos.
Árbitro de tantas flores,
lugar el olfato obtuvo
en forma, no de nariz,
sino de un blanco almendruco.
Un rubí concede o niega
(según alternar le plugo),
entre veinte perlas netas,
doce aljófares menudos.
65 De plata bruñida, era,
proporcionado cañuto,
el órgano de la voz,
la cerbatana del gusto.
Las pechugas, si hubo Fénix,
suyas son; si no lo hubo,
de los jardines de Venus
pomos eran no maduros.
El etcétera es de mármol,
cuyos relieves ocultos
ultraje mórbido hicieran
a los divinos desnudos
la vez que se vistió Paris
la garnacha de Licurgo,
cuando Palas, por vellosa,
y por zamba perdió Juno…
CARMELA
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