Un vecindario peligroso.-Capítulo III
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Un vecindario peligroso.-Capítulo III
por Marcela Noemí Silva Lun Ene 16, 2012 5:55 pm
EL VOCERO
Un vecindario peligroso.-Capítulo III
Algún vecino que se apiadó de los gritos de la Liliana llamó a la policía. De tantas patrullas que llegaron con tanto ruido de sirenas parece una redada tratando de atrapar a un delincuente peligroso más que el estar buscando a un marido golpeador.
Nada sorprende en este barrio la violencia familiar es el pan de cada día aquí es así.
Jejee menos en mi casa que manda mi esposa. Si yo intento pegarle a la Betty, me castra sin dudarlo. La negrita con el carácter que tiene me corta los testículos y se los da de cena a los perros.
De todas maneras me castrará cuando se entere en el lío que me metí con las apuestas, pero por mi salud mental me olvido de ese detalle trágico en mi vida y concentro mis pensamientos en el barrio.
Este vecindario es así, aquí en la “Villa La fortaleza” pululan los delincuentes de raza esos que vienen de generaciones de familia de estafadores,asesinos,ladrones,violadores ,secuestradores y la lista seria interminable.
Vivir en este barrio marginal no es para nada rutinario, aquí nadie se aburre.
No hay noche que no se escuchen disparos, gritos, corridas por doquier y la policía como siempre acudiendo después que la pobre victima paso a mejor vida ,ni que decir de las ambulancias que llegan seis horas después o nunca llegan. El único coche que nunca falla es el de la morgue y eso porque el enfermero es un antiguo vecino del barrio.
La excusa de los servidores de la ley o de la salud es siempre la misma –No es nuestra jurisdicción, solo tenemos dos ambulancias para 2000 personas o nos perdimos.
Mientras tanto las moscas hacen a su antojo su festín sobre algún cadáver ensangrentado que yace en el pavimento cada fin de semana porque seguro se tirotearon con la policía o hay muchos crímenes pasionales.
Jejejejj no es que seamos todos cornudos o ciervos, es que aquí se respira fuego, somos todos de sangre caliente, pero eso si aclaro que seremos violentos, borrachos pero nunca estamos en la droga, eso sí que no está permitido en las leyes del barrio. Si alguno de los vecinos esta en cosas raras de las drogas los amigos del Chato se encargaran enseguida del problema. Con sus semiautomáticas en la mano convencen hasta el drogadicto más rebelde y a drogarse a otro lado y si no entienden el mensaje a otro mundo. Y si la familia hace lío le hace compañía en la otra vida.
Lo que no puedo evitar es que me den pena las viejitas que salen hacer las compras o de paseo. Siempre se tropiezan con algún muerto. Pobres se les nota la cara de vergüenza porque el finado esta desnudo. Aquí es algo normal que antes que la victima deje de respirar le robaron toda la ropa. Las abuelitas sienten pudor al ver al hombre como dios lo trajo al mundo.
Si se incendia algún departamento ni les cuento que sucedería. Seguro que cuando llegan los bomberos, si es que de milagro vienen al barrio, ni las cenizas encuentran.
Para completar la escena, el noticiero envía siempre algún periodista morboso para narrar los hechos espeluznantes que salen casi siempre en todos los canales mostrando las miserias del barrio y catalogándolo de máxima peligrosidad.
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