LA RUPTURA DE UN SIMPLE VASO
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LA RUPTURA DE UN SIMPLE VASO
LA RUPTURA DE UN SIMPLE VASO
ESCRIBO EN MI DIARIO
Jack querido diario mío,
¡¡Rompió el vaso!!!... que emoción invadió mi ser entero... cada pedacito de ese vaso en el suelo representaba cada lágrima derramada hasta que llegó este momento dorado... la boda de mi rebelde y amado sobrino.
Todo un hombrecito mi pequeño; feliz bajo ese cielo estrellado, mirando a su novia, sonriendo cómplice, mientras ella hacía malabares al dar las siete vueltas con la cola de su ostentoso vestido.
Todo el ritual acostumbrado, curioso y mágico, y yo una llorona compulsiva al llega el momento culminante de la ruptura del vaso; momento triunfante con el cual se termina la ceremonia... y el novio ya puede besar a la novia!. (sonrisitas)
¡¡Casi me morí de felicidad!!... nunca vi una patada tan sonada, ni un vaso tan triturado... ¡¡MAZAL TOV!!
TE ESCRIBO AMIGA MÍA.
Mary amiga...
¡Que boda más bonita Mary querida!, Aún me emociona recordarla. Me pediste detalles, pues te diré que esta fue lejos la más emotiva de todas las ceremonias de las que he asistido.
Los novios, Claudio y Antonia, par de tortolitos, jovencitos más que enamorados, felices, bellos, radiantes, sonriendo en cada pasaje, y mirándose con dulzura y un amor contagioso. Cumplieron con el ritual impecablemente.
Un poquito complicada estaba Antonia con su cola larguísima dando las siete vueltas alrededor de Claudito.en ese espacio mínimo; todo emocionante!.
Pero el momento más esperado, el de la ruptura del vaso con el pie de Claudio... ¡¡fue una bomba!! Tanto así que todos sin excepción gritamos ese “buena suerte” (mazal tov) casi al unísono!.
Los novios se besaron largo, los familiares se abrazaron... y quedó en el suelo firme ese vaso trizado infinitamente, signo del término de la gran ceremonia y del comienzo de una camino juntos.
¡No puedo evitarlo amiga!... los lagrimones ya se escapan... ¿Tanta fuerza tiene un simple vaso roto?
Será hasta la próxima... donde te contaré detallitos sabrosos de la fiesta como los vestidos idénticos de mi prima y de su cuñadita jejeje.
Tu amiga de siempre, con amor.
Mónica.
EL RELATO
Asistí a una boda judía tradicional, la de mi sobrino, en la que los rituales simbólicos están presentes en plenitud.
Bajo la “jupa” o palio nupcial, símbolo del futuro hogar, se situaron los novios, cerca de las estrellas, como techo el cielo. El rabino ofició la emocionante ceremonia diciendo las siete bendiciones o “sheva berejot” y la novia las asimiló y recreó, dando las famosas siete vueltas alrededor del novio.
Bebieron vino dulce de un vaso simbolizando la senda única que recorrerán unidos y se realizó la postura de las argollas de oro, metal firme como su futura vida en común.
Después de la larga lectura del documento de matrimonio o “ketuvá” con los deberes y derechos de ambos esposos, y como punto final de la ceremonia, el novio rompe, con un pisotón, un vaso colocado a sus pies.
Este instante de pena por la destrucción del vaso, está destinado a evocar, aún en medio de la alegría del casamiento, el recuerdo del Templo de Jerusalén destruido desde hace casi dos mil años.
El acto de ruptura del vaso, también simboliza una gran realidad y que el rabino siempre recalca... -la felicidad va acompañada de tristezas y penas, es la esencia de la vida, y hay que tenerlo siempre presente-.
¡Una gran ceremonia sin duda!... una verdadera alegría y una sensación de plenitud siempre recorrerá mi cuerpo y repletará mi alma al recordar esta unión ante Dios.
~~~~~~~~~~ sabra ~~~~~~~~~~
Nivel 1, Ejercicio 3 " YO-TU-EL"
ESCRIBO EN MI DIARIO
Jack querido diario mío,
¡¡Rompió el vaso!!!... que emoción invadió mi ser entero... cada pedacito de ese vaso en el suelo representaba cada lágrima derramada hasta que llegó este momento dorado... la boda de mi rebelde y amado sobrino.
Todo un hombrecito mi pequeño; feliz bajo ese cielo estrellado, mirando a su novia, sonriendo cómplice, mientras ella hacía malabares al dar las siete vueltas con la cola de su ostentoso vestido.
Todo el ritual acostumbrado, curioso y mágico, y yo una llorona compulsiva al llega el momento culminante de la ruptura del vaso; momento triunfante con el cual se termina la ceremonia... y el novio ya puede besar a la novia!. (sonrisitas)
¡¡Casi me morí de felicidad!!... nunca vi una patada tan sonada, ni un vaso tan triturado... ¡¡MAZAL TOV!!
TE ESCRIBO AMIGA MÍA.
Mary amiga...
¡Que boda más bonita Mary querida!, Aún me emociona recordarla. Me pediste detalles, pues te diré que esta fue lejos la más emotiva de todas las ceremonias de las que he asistido.
Los novios, Claudio y Antonia, par de tortolitos, jovencitos más que enamorados, felices, bellos, radiantes, sonriendo en cada pasaje, y mirándose con dulzura y un amor contagioso. Cumplieron con el ritual impecablemente.
Un poquito complicada estaba Antonia con su cola larguísima dando las siete vueltas alrededor de Claudito.en ese espacio mínimo; todo emocionante!.
Pero el momento más esperado, el de la ruptura del vaso con el pie de Claudio... ¡¡fue una bomba!! Tanto así que todos sin excepción gritamos ese “buena suerte” (mazal tov) casi al unísono!.
Los novios se besaron largo, los familiares se abrazaron... y quedó en el suelo firme ese vaso trizado infinitamente, signo del término de la gran ceremonia y del comienzo de una camino juntos.
¡No puedo evitarlo amiga!... los lagrimones ya se escapan... ¿Tanta fuerza tiene un simple vaso roto?
Será hasta la próxima... donde te contaré detallitos sabrosos de la fiesta como los vestidos idénticos de mi prima y de su cuñadita jejeje.
Tu amiga de siempre, con amor.
Mónica.
EL RELATO
Asistí a una boda judía tradicional, la de mi sobrino, en la que los rituales simbólicos están presentes en plenitud.
Bajo la “jupa” o palio nupcial, símbolo del futuro hogar, se situaron los novios, cerca de las estrellas, como techo el cielo. El rabino ofició la emocionante ceremonia diciendo las siete bendiciones o “sheva berejot” y la novia las asimiló y recreó, dando las famosas siete vueltas alrededor del novio.
Bebieron vino dulce de un vaso simbolizando la senda única que recorrerán unidos y se realizó la postura de las argollas de oro, metal firme como su futura vida en común.
Después de la larga lectura del documento de matrimonio o “ketuvá” con los deberes y derechos de ambos esposos, y como punto final de la ceremonia, el novio rompe, con un pisotón, un vaso colocado a sus pies.
Este instante de pena por la destrucción del vaso, está destinado a evocar, aún en medio de la alegría del casamiento, el recuerdo del Templo de Jerusalén destruido desde hace casi dos mil años.
El acto de ruptura del vaso, también simboliza una gran realidad y que el rabino siempre recalca... -la felicidad va acompañada de tristezas y penas, es la esencia de la vida, y hay que tenerlo siempre presente-.
¡Una gran ceremonia sin duda!... una verdadera alegría y una sensación de plenitud siempre recorrerá mi cuerpo y repletará mi alma al recordar esta unión ante Dios.
~~~~~~~~~~ sabra ~~~~~~~~~~
Nivel 1, Ejercicio 3 " YO-TU-EL"
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