LAUTARO
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LAUTARO
LAUTARO
Nací aquí (la verdad fui engendrado) bajo un techo
ya desaparecido en este pueblo cuajado de tejuelas
(Lautaro aldea de La Frontera dividida por vapores
cabalgaduras y rieles Por las noches el ganado bramaba
–oscuro– en los corrales y el trigo caía hasta el molino
Afuera el viento)
Fui concebido/recreado entre sábanas de otoño
acunado (simiente prima) por mi madre/sementera
y mi padre/arado nacido en La Frontera
lavó mis ojo/mente con aguas rojas del Cautín
Viajero alguna vez he reconocido los trazos vegetales de la selva
el musgo habitante de los muros
el penacho/luz del unicornio que a media noche
despierta a la ciudad Recobré los olores a carbón
a maderas a manzanas asadas o cerezas
y adquirí de la tarde nuevamente el crepitar del fuego
los gemidos bajo el puente del agua entre las piedras
Mis oídos recogen de la brisa las alargadas sílabas vibrantes
del idioma antiguo de la abuela llegada hace siglos de Burdeos
y mi piel bebe a gritos el sabor húmedo del aire y de la tierra
Nací aquí En ese otoño un techo dibujado de tejuelas
Fui concebido en este antiguo pueblo en La Frontera
aldea de madera dividida por nombres/dioses y rieles
Aquí se grabaron en mis ojos y en mis manos
las señas de mis propias rutas esenciales
Frans Gris
Nací aquí (la verdad fui engendrado) bajo un techo
ya desaparecido en este pueblo cuajado de tejuelas
(Lautaro aldea de La Frontera dividida por vapores
cabalgaduras y rieles Por las noches el ganado bramaba
–oscuro– en los corrales y el trigo caía hasta el molino
Afuera el viento)
Fui concebido/recreado entre sábanas de otoño
acunado (simiente prima) por mi madre/sementera
y mi padre/arado nacido en La Frontera
lavó mis ojo/mente con aguas rojas del Cautín
Viajero alguna vez he reconocido los trazos vegetales de la selva
el musgo habitante de los muros
el penacho/luz del unicornio que a media noche
despierta a la ciudad Recobré los olores a carbón
a maderas a manzanas asadas o cerezas
y adquirí de la tarde nuevamente el crepitar del fuego
los gemidos bajo el puente del agua entre las piedras
Mis oídos recogen de la brisa las alargadas sílabas vibrantes
del idioma antiguo de la abuela llegada hace siglos de Burdeos
y mi piel bebe a gritos el sabor húmedo del aire y de la tierra
Nací aquí En ese otoño un techo dibujado de tejuelas
Fui concebido en este antiguo pueblo en La Frontera
aldea de madera dividida por nombres/dioses y rieles
Aquí se grabaron en mis ojos y en mis manos
las señas de mis propias rutas esenciales
Frans Gris
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